Hace unas semanas, el internista Carlos Nieto atendió a un paciente que llegó con síntomas relacionados con el coronavirus. Para su sorpresa, el hombre de 43 años le contó que ya se había recuperado “totalmente” de esta enfermedad, en abril pasado. De marzo a mayo, Pedro (nombre protegido) era el encargado de salir y hacer compras para su familia.
Un día de abril, el quiteño se contagió. Tuvo fiebre mayor a 38°C, dolor muscular, escalofrío y pérdida de olfato y gusto. Se hizo la prueba PCR, única avalada para el diagnóstico, y el resultado fue positivo, por lo que tuvo que aislarse en su vivienda. Así pasó más de 14 días, luego de lo cual se sintió mejor. Entonces se aplicó dos pruebas más para confirmar su recuperación. Ambas dieron negativo, por lo que se reincorporó a sus labores diarias. Sin embargo, unas tres semanas después, los síntomas reaparecieron. “Fueron similares a los que sintió la primera vez”, explica Nieto. Durante esta emergencia sanitaria, él ha atendido cerca de 20 contagiados y solo Pedro volvió con malestar y otro test positivo. Hasta el viernes, en el país se registraron 5 900 pacientes recuperados. Es el 8,9% de 65 801 diagnósticos.
A ellos se suman las 15 446 personas que han recibido el alta epidemiológica a través del la línea 171, que significa que ya se encuentran bien. Según la epidemióloga Andrea Gómez, se han planteado varias hipótesis en torno a ese tema. Uno, los falsos positivos, es decir, un resultado de la prueba PCR que confirma la presencia del virus, aunque no sea la realidad. Y dos, el virus permaneció en el organismo y no generó anticuerpos que protegen al ser humano. “Aún no hay resultados concluyentes sobre este tema, por lo que todavía no se puede hablar de una inmunidad total”. El infectólogo e internista David Larreátegui coincide y señala que este nuevo virus sí los podría generar, pero no de forma total. “La inmunidad puede ser parcial y durar corto tiempo”.
La inmunidad varía dependiendo de cada patología existente. En el sarampión, por ejemplo, basta con que una persona se vacune para que no le vuelva a dar la enfermedad. Lo mismo ocurre con la hepatitis A, un mal que afecta al hígado. “Con las dosis sí aparecen anticuerpos”, indica el médico Henry Pinela. Esto -dice- no sucede con la gripe, por lo que un individuo puede recontagiarse varias veces a lo largo de su vida.
Esto es lo que se llama una reinfección. “Cuando un virus entra al cuerpo, este crea inmunidad de memoria (linfocitos T), por lo que si otra vez ingresa lo reconoce y neutraliza”. Inicialmente, en países como Reino Unido, el séptimo con más contagios en el mundo, se planteó como estrategia la “inmunidad de rebaño”, es decir, lograr que la mayor parte de la población se contagie para que se generen anticuerpos. Incluso, Juan Carlos Zevallos, ministro de Salud de Ecuador, ha destacado cifras sobre el tema. “A mediados de junio, el 33% de la población tenía defensas, inmunidad contra el covid-19. Pero basado en las experiencias de Guayaquil y de otros países, calculo que ya estará en alrededor del 45%”, señaló en una entrevista con este Diario.
Los expertos dicen que aún no hay nada seguro, por lo que recomiendan -tanto a quienes estuvieron contagiados como a los que no- el uso de mascarilla, el distanciamiento social y el lavado constante de manos.
Fabián (nombre protegido), de 40 años, no cumplió con ello. Luego de recibir el alta definitiva dejó de colocarse el cubrebocas. “Tuvimos que darle medicamentos y le hacemos seguimiento para ver cómo evoluciona”, relata Pinela. (El Comercio)