Lo machetearon hasta decir basta. Y eso apunta a que Óscar Jarro fue asesinado por venganza cuando descansaba en la hacienda, donde laboraba como encargado.
La muerte del hombre, de 50 años, puso los pelos de punta a los habitantes de El Triunfo y La Troncal que se aglomeraron para saber los motivos por los cuales se habría matado al mayordomo.
El hallazgo se hizo el sábado 22 de agosato de 2020, cuando un empleado de la finca llegó para iniciar sus labores diarias y se encontró con el cuerpo ensangrentado del capataz que, al parecer, habría sido asesinado en la casa donde vivía, y luego abandonado entre las plantaciones de banano para despistar a las autoridades.
Las heridas que presentaba eran producto del ataque mortal con un filudo machete. Los asesinos le habían dado con tanta saña que lo dejaron hecho picadillo.
A más de los múltiples cortes, por poco le cercenan la cabeza porque estaba apenas sostenida con la tráquea. Se presume que intentaron degollarlo.
Las personas que habitan por la zona comentaban en voz baja que Óscar Jarro era muy estricto con los empleados que estaban bajo sus órdenes en la hacienda, ubicada por el redondel de la vía a Manuel de J. Calle, perteneciente a La Troncal, provincia del Cañar.
Otros residentes argumentaron que el crimen podría estar relacionado con su riguroso proceder. Presumían que el exceso de multas o quizás el no pago de un salario justo a algún extrabajador pudo haber ocasionado la ira y el repudio de su o sus verdugos que decidieron ‘virarlo’ y así saldar cuentas.
Los agentes, al mando del teniente-coronel Álex Romero, llegaron al sitio junto al equipo de la Dinased para realizar el levantamiento del cadáver y recoger datos que permitan identificar a los autores del espantoso crimen.
El oficial dijo que el cuerpo presentaba cortes en distintas partes, y que en el sitio nadie se atrevía a decir nada. Tampoco, supuestamente, conocían si la víctima tenía enemigos porque era una persona muy reservada, por lo que poco se sabía de su vida. (Extra)