Manabí, Ecuador y el mundo han vividouna de las peores crisis sanitarias de la historia por la pandemia del coronavirus.
A un año de haberse anunciado el primer contagio de coronavirus en el país, las cifras oficiales del Ministerio de Salud Pública (MSP) advierten de más 280 mil contagios, con un saldo fatal de 15 mil muertos, entre fallecimientos confirmados y probables
por la enfermedad.
En estos 365 días, el país ha vivido de todo, al menos en términos sanitarios.
Pasó por restricciones para evitar la propagación del coronavirus, crisis hospitalaria por la falta de camas para atender a los pacientes graves con la enfermedad, limitaciones de movilidad, incluso hasta por casos de corrupción por el sobreprecio de bolsas de cadáveres y medicinas para tratar a los pacientes con el virus.
También la pandemia sobrepasó la capacidad de muchas instituciones, en Guayaquil por ejemplo, entre los meses de abril y mayo, algunos cuerpos permanecían en las casas o en las calles a la espera que se hiciera el levantamiento del cadáver. Por la alta cantidad de fallecidos, en esos días la situación se volvió caótica.
Los cuestionamientos no tardaron en llegar.
El Gobierno no pudo esconder el subregistro de casos que se formó, debido a la poca capacidad de realizar pruebas para detectar y tratar los contagios tanto en los hospitales públicos como privados.
Las autoridades se vieron desbordadas, incluso después se conoció que desde mediados de febrero ya se tenían sospechas de la presencia de la enfermedad en Guayaquil y Manabí. (El Diario)