Jóvenes médicos acabaron su vida inyectándose un sedante. Eran novios y habían terminado la relación

Al más puro estilo de la trágica novela romántica ‘Romeo y Julieta’, dos jóvenes doctores se habrían quitado la vida inyectándose dos sustancias sedantes.

Ellos, que además de ser novios eran compañeros de aulas y trabajo, habrían tomado la fatal decisión luego de una aparente discusión de pareja.

El cuerpo del joven, identificado como Renato Joshimar Rodríguez Mallea, de 30 años, fue hallado la mañana del martes en el interior de su departamento, ubicado en la Nueva Kennedy, luego de que familiares y amigos habría ido a buscarlo.

Mientras que el cadáver de Tatiana Lisbeth Calderón Pilligua, de 29 años, quien fue reportada como desaparecida, fue encontrado en la habitación de un hotel cercano a la casa de su pareja.

Según el jefe de la Unidad de Investigaciones de Muertes Violentas de la Zona 8, mayor Miguel Egas, por versiones de una amiga de los fallecidos se sabe que Tatiana se habría comunicado con ella la noche del lunes y le habría dicho que tuvo un problema con Renato y que la relación se iba a terminar.

Un hermano de crianza de Tatiana, que se identificó como Adrián Naranjo, indicó que ellos llevaban cuatro años de relación y que hace tres años se fueron a vivir juntos.

“Tenían problemas, como toda pareja; pero el año pasado mi ñaña decidió alejarse de él y que cada uno tome un camino diferente. Sin embargo, parece que más pudo el amor y continuaron”, contó Adrián.

Antecedentes de suicidio

Adrián añadió que el martes por la tarde conoció que Renato al parecer había tenido dos intentos anteriores de suicidio. “La última vez mi hermana le habría dado los primeros auxilios, salvándolo. Ahora no sabemos qué pasó con él y ella”.

Por su parte, el mayor Egas reveló que los familiares de Renato aseguran que él presentaba un cuadro de depresión y que por eso estaba en tratamiento con un psicólogo.

Agentes de la Policía Nacional señalaron que en el dormitorio donde fue encontrado el joven médico, hallaron una botella de licor, dinero en efectivo, tres frascos de un medicamento y el celular de él.

Mientras que en la habitación de la doctora descubrieron la caja de un medicamento y la factura de este.

“El cuerpo del joven tenía la vía de un suero conectada a la vena del brazo izquierdo. A la chica se la encontró con una jeringa incrustada también en el brazo”, detalló Egas.

El hermano de la fallecida pide a las autoridades que se investigue lo ocurrido, ya que a la familia le quedan muchas dudas.

Compró el ‘veneno’

Junto al cuerpo de la joven se encontró una factura que detallaba la compra de una jeringa y el medicamento zopiclona, el cual es catalogado como una medicina hipnótica y sedante, por lo que se presume que ella habría ingerido dicho compuesto.

El comprobante detalla que la venta se realizó a las 21:42 del lunes 12 de abril en una farmacia ubicada en la avenida del Periodista, a unos 800 metros del hotel donde falleció la joven.

Adrián recuerda que su hermana era muy buena estudiante y que por ello estaba realizando su especialización en el Hospital Luis Vernaza, casa de salud donde ambos estudiaban y prestaban servicios.

“Podría decir que era la mejor estudiante, muy atenta y una chica tranquila. Pero también andaba un poco mal porque el lunes perdió (murió) un paciente que ella estaba tratando. Era muy empática con sus pacientes”, manifestó Adrián.

Por su parte, una vecina de Renato recordó que él era un poco reservado y de pocos amigos, ya que al parecer no le habría gustado saludar a sus vecinos.

“Él entraba y no saludaba. La mamá en una ocasión me dijo que él tenía el genio del papá, de pocos amigos; lo contrario de su otro hermano, que es una miel”, contó una vecina que prefirió no dar su nombre.

Además esta señora dijo que la última vez que conversó con el joven fue el sábado, cuando le fue a pedir una colaboración para las personas que recogen la basura por las noches.

“Le dije: ‘Vecino, estamos recolectando dinero para darles a los señores que nos ayudan con la basura’, pero me respondió bravo: ‘No tengo dinero’. Luego le dije: ‘Hágalo como una obra de caridad’ y él me respondió: ‘Yo no soy católico, además ellos tienen su sueldo’. Me retiré y no le dije nada más”.

En las redes sociales de ambos, la noche del lunes colgaron mensajes que daban a notar que la situación sentimental de ellos era complicada.

Tatiana puso en su estado de Instagram: “El que no sabe valorar lo que tiene, pronto lo pierde”. Mientras que Renato, también en su estado de Instagram, puso: “Si no los veo mañana, saben por quién fue. Paz mi gente, los amo mucho”.

Para los agentes de la Dinased, las investigaciones apuntan a un doble suicido por un aparente estado depresivo de ambos médicos. (Extra)

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