Tres ciudadanos, en dos cantones de la provincia de Manabí y en diferentes circunstancias pusieron fin a sus vidas, dejando llanto, dolor y preguntas sin respuestas a sus deudos.
Nelson Tomás Loor Cargas, de 51 años, presuntamente se suicidó con un disparo en su pecho. El hecho ocurrió en el cerro La Tablada de Sánchez, parroquia Santa Rita, zona rural de Chone.
Familiares que realizaban labores agrícolas, la tarde del martes 20 de abril, escucharon una detonación dentro de la humilde vivienda. Al ingresar hallaron el cadáver de Loor en la sala.
Según las indagaciones, el hombre habría entrado en estado depresivo, vivía solo y se mostraba triste, incluso se escondía para que no lo vieran. El cuerpo fue cargado en una hamaca con cañas y trasladado hasta un vehículo policial que esperaba en un camino de tercer orden.
Otro de los casos en esta jurisdicción manabita tuvo lugar en el sitio Casa Grande, de la parroquia Canuto. Roxana Medranda Moreira, de 25 años, fue descubierta colgada.
La fémina envió a sus hijos a dejar el almuerzo a su pareja y a otros jornaleros que hacían trabajos agrícolas, luego, tras quedarse sola, cometió la fatal decisión.
Medranda, según información recogida por los agentes investigadores, dejó escrita una carta en la que pedía ser velada en la casa de su mamá y que cuidaran a sus 3 hijos menores de edad.
Allegados protagonizaron escenas de dolor por lo ocurrido, miraban al cielo buscando respuestas a la triste decisión tomada por Roxana.
Colgado
El último de los casos se suscitó la mañana del miércoles 21 de abril, en una vivienda del barrio mantense de Mazato. Los familiares de Vicente Toro, un guardia de seguridad, se llevaron la ingrata sorpresa que los dejó perplejos.
El teniente coronel Luis Banda, subjefe de la Policía Nacional del Distrito Manta, indicó que allegados al hombre lo hallaron colgado de una viga, en el baño del domicilio.
“Como antecedentes se indica que sufría de ataques depresivos, por la rigidez cadavérica el hecho debió darse cerca de las 5 de la mañana aproximadamente”, precisó.
Los deudos no podían asimilar lo sucedido. Cuando el cadáver iba a ser ingresado al vehículo de Medicina Legal algunos se abalanzaron sobre él llorando desconsoladamente. (AG/Extra)