Pescador habría fingido su muerte para poder liberarse de sus secuestradores

De rodillas en los exteriores del subcentro de salud de Santa Lucía, con plegarias y lágrimas los familiares de Anthony Bryan Mero Mero agradecieron a Dios por devolverle con vida a su ser querido que desde hace 35 días estaba secuestrado.

El hombre pudo salvar su vida porque simuló estar muerto luego de que sus captores le dieran varios tiros y salieran a dejarlo botado en la carretera.

Mero, quien se dedica a la pesca en Manabí, hace un mes cinco días fue secuestrado por varios sujetos que se desplazaban en tres vehículos.

Los individuos, tras intimidarlo y amenazarlo, se lo llevaron con rumbo desconocido con el propósito de pedir a sus familiares cincuenta mil dólares por su liberación. Así consta en el parte policial enviado al fiscal de Santa Lucía, Leonelo Pérez Ortega.

El coronel Galo Muñoz Robalino, jefe del distrito policial de Daule y Santa Lucía, provincia del Guayas, informó a EXTRA que tras el secuestro de Mero, el 26 marzo en la ciudad Manta, inmediatamente sus familiares denunciaron el caso en la Fiscalía de su ciudad natal.

Desde entonces no se conocía del paradero del hombre hasta el sábado 1 de mayo en que apareció en el domicilio de una familia de agricultores del recinto Las Murallas de Santa Lucía.

Según se conoció, la víctima mantuvo un forcejeo con sus secuestradores y durante esa acción los plagiadores habrían realizado varios disparos. Uno de los tiros impactó en uno de sus brazos lo que aprovechó el secuestrado para quedarse inmóvil simulando que había muerto.

Luego de lograr engañar a los delincuentes, estos sacaron su cuerpo hasta un sector desolado de la carretera, donde lo dejaron abandonado creyendo que era cadáver.

El manabita, de 25 años, herido, con unas esposas en sus manos, descalzo y después de caminar varias horas, llegó a la casa de los agricultores, donde pidió refugio para que sus secuestradores no lo encuentren.

Volvió a su terruño

Una vez comunicado el hecho a la policía, Anthony Mero fue trasladado a un centro de salud de la localidad para su curación y valoración, ya que aparentemente estaba deshidratado.

Al lugar llegaron sus familiares, quienes lloraron y se abrazaron con su ser querido. Hasta se arrodillaron dando gracias a Dios por devolvérselo sano y salvo.

Una vez terminada la pesadilla, sin dar declaraciones la familia volvió a su tierra natal alegre por el feliz desenlace.

Mientras tanto, la policía trabaja para indagar el sitio donde estuvo cautivo Mero y la identidad de sus captores, quienes presuntamente lo mantuvieron encerrado en un sector remoto limítrofe con la provincia de Manabí. (Extra)

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