Dejar la mayor cantidad de sonrisas relucientes y unirse al equipo médico familiar son parte de las aspiraciones de José Nicolás G., persona privada de libertad (PPL) que se graduó de médico odontólogo por la Universidad Eloy Alfaro de Manabí (Uleam), el 4 de junio pasado.
Desde el 30 de diciembre de 2020, José Nicolás ingresó como interno al Centro de Privación de Libertad (CPL) Esmeraldas n.º 2 por un proceso penal que fue apelado por sus abogados que llevan su defensa legal. En entrevista con este Diario, el joven interno revela que el arresto le ocasionó un cambio brusco mientras cursaba el último semestre para realizar sus prácticas preprofesionales, antes de la obtención de su título.
“Por cosas de la vida, pero tengo confianza en que pronto saldré libre y mis abogados trabajan en la defensa”, señaló al ser consultado sobre su ingreso al reclusorio.
Al recordar sus primeros días en el centro penitenciario, el joven comentó que dos semanas después de ingresar se hizo amigo de un PPL que conocía al exmédico del dispensario de este reclusorio. A él le comentó que estudiaba Odontología y le faltaba poco para graduarse. Ante ello, el compañero interno se puso en contacto con el galeno, quien no le creyó inicialmente que José Nicolás tenía conocimientos en odontología. Incluso le comentó que fue ayudante de cátedra universitaria y del cirujano dental Kenny Moreira, del hospital Rodríguez Zambrano, de la ciudad de Manta, en Manabí. Luego de varias preguntas a nivel médico, se le permitió colaborar en el área de odontología de la cárcel, pero su aspiración era realizar el internado para graduarse de su carrera.
Aquel objetivo fue un poco difícil pero no imposible, ya que el Centro de Privación de Libertad (CPL) Esmeraldas n.º 2 no tiene convenio con la Uleam. El director del recinto carcelario Víctor Morales y el del centro educativo María Alonso gestionaron los trámites con el SNAI. El decano y docentes de la Facultad de Odontología de la Uleam también hicieron lo suyo ante el rector y el departamento jurídico para que el joven culmine la carrera.
En el segundo semestre del año anterior fue aprobada la continuidad del último año de estudios de José Nicolás. Su calificación de sustentación de tesis fue de 9/36 puntos y el acto de investidura se realizó de manera virtual con las autoridades de la Uleam, mientras que la madre y hermana del nuevo profesional, además del director Morales y funcionarios del centro penitenciario, estuvieron como testigos de la graduación, en la biblioteca del CPL 2 de Esmeraldas.
Ahora, José Nicolás no recibe sueldo pero en la actualidad atiende un promedio de diez pacientes por día, cumple tareas básicas como extracción, rehabilitación y restauración oral, aunque también realizó una frenectomía, que consiste en el retiro del frenillo labial superior causante del diastema dental, que ocasiona separación entre los incisivos superiores. Esa cirugía la hizo a un empleado que estaba encargado de la farmacia del centro carcelario.
Pese a no contar con medicamentos, instrumental, lámpara halógena y otros accesorios para su trabajo profesional, continúa con su labor en el reclusorio. Con ayuda de amigos logró recuperar un sillón dental del reclusorio y con autorización de las autoridades penitenciarias pudo ingresar algunos de sus materiales dentales.
El joven comenta que su especialidad es la cirugía oral y estética dental, pero su meta es salvar piezas dentales y evitar su extracción.
Algunos de los privados de libertad que han sido atendidos por Nicolás G. comentan que es un médico que genera confianza al paciente antes de una intervención y enfatiza en la higiene bucal a los internos.
Marco A., un privado de libertad que se realiza una reparación dental, corrobora lo dicho por sus compañeros.
Centro social en el norte de Esmeraldas
Nicolás G. cumplirá 27 años de edad el próximo 4 de septiembre y es oriundo de San Lorenzo, frontera norte de Esmeraldas. Su aspiración es instalar una clínica con su familia para brindar servicio social a los pobladores de esta zona, donde no hay laboratorios especializados, radiología y otros, que deben realizarlos en Ibarra (Imbabura) o en la ciudad de Esmeraldas.
Tiene tres hermanos, dos de ellas próximas a graduarse de laboratorista y en Psicología Clínica, mientras el último también estudia Odontología.
Para Víctor Morales, director del Centro de Privación de Libertad (CPL) Esmeraldas n.º 2, es satisfactorio que un privado de libertad como José Nicolás G. se gradúe en el área médica y preste sus servicios profesionales en el mismo reclusorio.
Motivación que inculca a los 1.707 internos que tiene esta cárcel, algunos de ellos terminando la educación básica media y superior con la unidad fiscomisional Monseñor Leonidas Proaño, que hace poco graduó de bachilleres a 49 internos. Otros nueve estudian con universidades en varias carreras de tercer nivel. (El Universo)