Antes de ratificar o establecer una nueva fecha para el retorno progresivo y presencial al trabajo en el Gobierno central, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional hará una última revisión de los indicadores epidemiológicos del coronavirus.
De acuerdo con la resolución del COE nacional, del pasado 16 de junio, se extendió la vigencia de la modalidad teletrabajo en las instituciones del Ejecutivo central y desconcentrado, hasta el 30 de junio de 2021. De conformidad a las necesidades institucionales deberán acogerse a la modalidad de teletrabajo en todas aquellas actividades cuya naturaleza así lo permita.
Juan Zapata, presidente del COE nacional, indicó que se reunirán este martes a las 10:00 y que los índices los presentará el Ministerio de Salud Pública (MSP).
Esos índices se refieren a número de contagios, la capacidad hospitalaria, la tasa de reproducción del virus, el número de fallecidos, variantes, el exceso de mortalidad.
En una entrevista radial, el ministro de Trabajo, Patricio Donoso expresó que más gente se contagia en las fiestas y en las reuniones, los fines de semana, que son clandestinas, que la gente que va al trabajo presencial, pero “tampoco le pidan al Gobierno que espere a que todos estemos vacunados, septiembre, diga usted, ese momento todos regresen a trabajar, no pues, ¿y la economía?”.
Iván Bastidas, presidente de la Confederación Nacional de Servidores Públicos (Conasep), que agrupa a unos 100.000 empleados del Gobierno central, comentó que no les ha llegado, hasta el momento, ninguna comunicación oficial por parte de los ministerios de asistir de manera presencial.
Hace dos semanas, se había anunciado un plan de retorno progresivo y presencial al trabajo, que entrará en vigencia el 1 de julio en las entidades del Gobierno central.
Además de una semaforización para que haya o una mayor restricción o aperturas en los territorios.
Bastidas indicó que probablemente convoquen a los ministerios en donde podría haber menor riesgo de contagio porque no hay gran cantidad de personas a atender como el de Inclusión Económica y Social o el de Agricultura.
Bastidas no conoce si es que han hecho las adecuaciones, en las entidades públicas, que garanticen el distanciamiento social entre compañeros.
Donoso agregó que grupos vulnerables, como embarazadas, padres o madres de niños pequeños, personas con enfermedades graves, no irán de manera presencial.
“Existen más de cien personas, por ejemplo, en espera solamente aquí en Quito para que sean admitidas en los hospitales en UCI. La situación sigue siendo crítica, pese a que nosotros hemos disminuido la cantidad de contagios, pese a que la positividad viral ha bajado, pese a que la cantidad de fallecidos ha disminuido, las camas de UCI siguen congestionadas”, dijo la ministra de Salud, Ximena Garzón, el pasado 17 de junio, sobre los indicadores epidemiológicos.
El hospital IESS Quito Sur tiene al 100 % su capacidad instalada. Hay 261 hospitalizados para COVID y en espera por una cama, 3 personas. Las unidades de cuidados intensivos al 100 % y la lista de espera para UCI, 50.
Francisco Mora, coordinador institucional de Vigilancia Epidemiológica e Infectología del Hospital IESS Quito Sur, menciono que están pasando por una fluctuación de COVID-19, lo que no permite establecer, de forma clara, un aumento o una disminución de casos.
Mora sostuvo que, hace dos semanas, tuvieron un descenso de la cantidad de pacientes, pero la semana anterior nuevamente hubo picos altos y este fin de semana hubo descenso.
Álvaro Gaibor, gerente de esa casa de salud, comentó que desde que se inició la pandemia han atendido a aproximadamente 98.000 pacientes por sintomatología respiratoria.
En tanto que en el hospital Carlos Andrade Marín, también de lESS, se han destinado 95 camas para hospitalización y de ellas están ocupadas 49 (52 %) y 27 para terapia intensiva al 100 % de ocupación. (El Universo)