Las marcas de las balas están incrustadas en las paredes de las casas del barrio Colinas de la Florida, en el noroeste de Guayaquil. Los proyectiles fueron detonados en un nuevo hecho de violencia que se perpetró hace dos días.
Desconocidos con armas automáticas arremetieron contra varios jóvenes que estaban reunidos en la vía pública.
La gente del sector recordó que no puede dormir del miedo por las balaceras. El temor radica que en los últimos ocho días han asesinado a cuatro personas y han herido a otras tres. En la lista de víctimas consta el atleta olímpico Alex Quiñónez.
Marisol vive cerca del conocido sector La Entrada de la Ocho. Ayer (viernes 29 de octubre del 2021), la mujer de 38 años dijo que prohibió a sus hijos y sobrinos salir en las noches. “Cada día uno se despierta con la noticia de que han matado a jóvenes. El lunes pasado acribillaron a dos chicos”, dice.
Ella se refiere a un doble sicariato. Armados interceptaron a sus víctimas en la avenida Casuarina y detonaron más de siete proyectiles. Desde entonces, la Policía ha dispuesto la instalación de más puntos de control en todos los barrios que conforman Nueva Prosperina.
Según los datos policiales, actualmente es la segunda zona más afectada por la ola de crímenes que vive Guayaquil. En los nueve primeros meses de este año solo en este distrito han ocurrido más de 58 muertes violentas. Eso es el triple de lo que sucedió en el mismo periodo del año pasado.
De hecho, las estadísticas señalan que los distritos con más asesinatos y con un alto grado de inseguridad son Pascuales, Portete, Durán y el Sur.
Este último, precisamente, es la zona más insegura del Puerto Principal. Los datos reflejan que los crímenes pasaron de 49 en 2020 a 102 este año.
El miedo que infunden barrios como los Guasmos, Isla Trinitaria, Cuba y Unión de Bananeros en la ciudad se refleja en la opinión ciudadana. Ayer, este Diario consultó a cinco familias que viven en el centro y norte de la ciudad. Tres de ellas mencionaron que no han ido a esos sectores en el último año, por miedo a la inseguridad que existe.
En ese distrito, la Policía tiene cada semana partes de personas asesinadas, incidentes violentos como balaceras, consumo de drogas y tenencia de armas. Uno de los últimos informes que conoció este Diario fue el asesinato de un hombre en la Cooperativa Unión de Bananeros. Hace tres días, los moradores reportaron el hallazgo de un cadáver en medio de la vía pública. Los agentes que acudieron a la emergencia indicaron que la víctima falleció tras recibir heridas con un machete.
La Policía y la Fiscalía han indagado estos hechos y señalan que la presencia de mafias como Los Choneros es uno de los factores que determina la inseguridad en estos sectores. De allí que en las calles de estos barrios se observan fácilmente paredes pintadas con los colores y letras de las bandas.
Incluso, Inteligencia policial ha determinado que estas organizaciones narcodelictivas formaron bastiones en las orillas de los esteros, para tener acceso a los puertos marítimos.
Por eso, en este año la Policía ha ingresado dos veces con militares, caballos, helicópteros y carros blindados a estos sectores. Pese a esto, los índices delictivos no se reducen. El reciente estado de excepción, decretado por el presidente Guillermo Lasso, tampoco frena los crímenes.
En Medicina Legal corroboran esta realidad. Funcionarios que laboran en esa entidad confirmaron que en la última semana han llegado más de doce cadáveres por hechos violentos.
Ese departamento ha tenido un reforzamiento en su personal, en dos ocasiones durante este año.
Especialmente por las últimas matanzas dentro de las cárceles de Guayaquil, que generó la muerte de 118 presos.
Otro de los distritos con más inseguridad es Durán. Este cantón colindante con Guayaquil es considerado la cuna de los sicarios. Los Policías de esta zona revelan que por su cercanía con Guayaquil es un punto estratégico para acceder a armas, motos, vehículos y reclutar a jóvenes que ejecuten los asesinatos.
En lo que va del año, en este cantón se ha detenido a 16 menores con armas de fuego y se sospecha que participaron de crímenes. En barrios como Divino Niño, los Arbolitos y cerro Las Cabras, la presencia de bandas relacionadas a los ChoneKiller y Latin King es notable.
En las paredes se dibujan los rostros de los miembros que han sido asesinados o que fueron detenidos. El Municipio de ha emprendido campañas para borrar esos mensajes. (El Comercio)