Los niños también sufren de hipertensión arterial

Ahora que se retoman los controles pediátricos es indispensable tomar la presión a los menores como parte de la rutina de chequeo. Varias afecciones, enfermedades y trastornos se han considerado por años como predominantes o solo existentes en adultos y adultos mayores, sin embargo, la evidencia científica ha determinado que los niños no están libres de padecimientos graves.

Steven Urbano, 15 años, asistió a consulta médica por mareos y dolores de cabeza frecuentes. Su médico le diagnosticó hipertensión arterial. Su cuadro de hiperactividad se ha identificado como el causante de este trastorno.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hipertensión o tensión arterial alta es un trastorno grave y es considerada una de las causas principales de muerte prematura en el mundo. En Ecuador está dentro de las 10 principales causas de muerte. También afecta a la población infantil y si no se trata a tiempo podría tener consecuencias en la edad adulta.

Daniel Echeverría, pediatra y cardiólogo infantil, explica que, “la hipertensión arterial sistémica no es tan frecuente en niños como lo es en adultos (…) pero cuando la tienen hay que preocuparse un poco más”. En Ecuador el 19,8% de la población de 18 a 69 años es hipertensa, mientras que la cifra en niños se reduce significativamente.

La presión arterial alta en niños es casi siempre asintomática. Es decir, no tiene ningún síntoma o malestar notable.

Obesidad en niños y riesgos cardiovasculares

La hipertensión arterial en muchos casos es asintomática y puede reportarse a cualquier edad. En el caso de los niños, una de las causas principales que provocan la repentina subida de presión es la obesidad. “Estamos en un mundo en el que la nutrición no es la prioridad, lo que genera más casos de obesidad en los niños aumentando los riesgos cardiovasculares como la hipertensión arterial”, añade Echeverría.

Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), hasta el 2018 la obesidad y sobrepeso en niños de 5 a 11 años fue del 35,4% a escala nacional. En estos casos, donde la obesidad ha causado alteraciones en el sistema arterial, es importante que los niños cuenten con un plan de nutrición, la reducción del consumo de sal y una rutina de ejercicios diaria o semanal.

En el caso de Steven Urbano —menor con hipertensión— aunque no sufre de obesidad, comenta que las recomendaciones de su médico no varían. La dieta baja en sal y ejercicios frecuentes han sido el tratamiento que el doctor ha recetado hasta el momento.

Importancia de controles pediátricos

La hipertensión arterial puede presentarse también como parte de un cuadro hereditario o familiar, en el que los pequeños requieren controles médicos periódicos. Sin embargo, incluso sin existir antecedentes en la familia, el tomar la presión como parte de un control de rutina es esencial.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *