Los delitos en Ecuador están al alza, especialmente a negocios y locales comerciales. En lo que va de 2022, la Fiscalía General del Estado ha receptado 1.200 denuncias de este tipo, lo que representa un incremento del 5,4% con relación a los tres últimos años.
Un reporte de la Organización del Trabajo (OIT) detalla que hay siete provincias que encabezan la lista de inseguridad para negocios: Pichincha, Guayas, Manabí, El Oro, Azuay, Los Ríos y Santo Domingo de los Tsáchilas.
Pichincha es la provincia con más asaltos de este tipo. En total un 32,56% de casos.Desde la Policía Nacional se explica que eso se debe a que es el territorio donde más concentración de empresas existen. Por eso, Guayas está en segundo lugar, con el 20,64%.
Cinco factores contra la economía
La OIT advierte que la inseguridad es una de las cinco situaciones que preocupan al sector productivo de Ecuador. A esto se suman el acceso a créditos, el pago de impuestos, los excesivos pagos burocráticos y las extorsiones.
Según el organismo internacional, la inseguridad representa costos adicionales a los locales comerciales, que no solo deben reponer lo que les ha sido robado, sino reforzar sus negocios con cámaras de seguridad, contratación de empresas de guardianía, botones de alerta, alarmas y reforzamiento de puertas y ventanas.
Carlos Mendoza, propietario de una tienda en Chillogallo, en el sur de Quito, señala que tras un robo tuvo pérdidas por $10.000. “Entre mercadería, caja, un televisor y la reparación de la puerta plegable que los ladrones abrieron a la fuerza”.
Mendoza dio aviso a la Policía y se levantó un parte. “Me dijeron que ponga la denuncia, pero para qué el trámite. Mi esposa y yo nos enfocamos en sacar un préstamo para reponer lo perdido y ahora pusimos una cámara”.
Holbach Muñetón, presidente de la Federación Nacional de Cámaras Provinciales de Turismo de Ecuador (Fenacaptur), señala que todo es una cadena, pues si centros comerciales, restaurantes u otros espacios sufren asaltos también hay impacto en las ventas. “La gente se queda con la idea de que ese sitio es peligroso o que en determinado sitio pueden repetirse los asaltos”.
Es así que el turismo también siente estos impactos. Por ejemplo, Estados Unidos y Canadá han establecido una calificación de viajes de nivel 2 para Ecuador, es decir, que pide a sus ciudadanos ser cuidadosos cuando viajen al país «debido a los altos índices de delincuencia».
En la página web oficial del Gobierno canadiense se pide a sus ciudadanos que tengan un “alto grado de precaución en Ecuador debido a los altos niveles de delincuencia”. También, recomienda a quienes quieran viajar a nuestro país que “eviten los viajes no esenciales debido a actos violentos” a Esmeraldas y Sucumbíos y desaconseja por completo todo viaje a 20 kilómetros de la línea fronteriza con Colombia.
Rol de los Gobiernos
Para el sector turístico esto es un golpe, tomando en cuenta que para 2022, el Ministerio de Turismo asigna un presupuesto de $3,3 millones para inversión en promoción internacional, de esto, el 70% se enfoca en países como Estados Unidos, Reino Unido y Europa.
Estados Unidos, que ha emitido alertas para turistas que tengan como destino Ecuador, hay un rubro de $1,6. El 50% del presupuesto se enfoca en este país porque es el que tiene más conexiones aéreas directas.
El objetivo de la inversión, ha señalado Niels Olsen, ministro de Turismo, es financiar ferias y eventos, roadshows y campañas digitales.
Para Josué Robalino, máster en política pública, la inversión no dará frutos si no va de la mano con acciones contra la inseguridad. “Se debe promover que los dueños de pequeños y medianos negocios los aseguren. Esta cultura de prevención no existe”, señala.
Tampoco ayuda, dice Robalino, el desconocimiento que es “más bien lavarse las manos” de las autoridades de gobiernos seccionales sobre su rol en la seguridad.
Robalino destaca que el artículo 54 del Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (Cootad) especifica que el gobierno autónomo descentralizado municipal tiene entre sus funciones “crear y coordinar los consejos de seguridad ciudadana municipal” junto con la Policía, la comunidad y otros organismos relacionados con la seguridad, como el Ministerio de Interior.
“Es decir, desde la alcaldías deben nacer las estrategias, porque son las autoridades las que conocen la realidad de su ciudad. La estrategia contra la delincuencia no va a ser igual en Quito que en Latacunga, por dar un ejemplo”, señala. (La Hora)