El crimen de la fiscal de Manabí, Luz Marina Delgado, y de su acompañante, el abogado Jefferson Mendoza, se había planificado minuciosamente. Incluso hubo tiempo de contratar sicarios en Venezuela y Colombia para que hicieran el trabajo.
Informes de la Dinased revelan que el venezolano viajó desde su país hacia Colombia para reunirse con un sujeto, con quien luego viajó en bus hacia Manta (Manabí).
Llegaron cerca del 10 de mayo, 15 días antes del crimen de la funcionaria, quien estuvo a cargo de la Unidad de Antinarcóticos y Delitos Transnacionales, un mes antes de ser asesinada.
Una vez en Ecuador, los extranjeros fueron recibidos por tres mujeres en la terminal terrestre de Manta, quienes los trasladaron hasta una casa rentada en el sector de La Pradera, donde los ubicaron por orden de otra mujer que ya ha sido identificada por la Dinased.
Durante su estadía en Manta, los asesinos reclutaron a un sicario ecuatoriano y tuvieron tiempo para ir de compras y realizar transacciones bancarias. El 24 de mayo, un día antes del asesinato, las mujeres encargadas de la logística les entregaron el vehículo que usarían para perseguir a Delgado, de 53 años, y que había sido reportado como robado en Portoviejo en 2021.
El tour de los sicarios
Eran las 07:52 del 25 de mayo de 2022, cuando la Policía reportó el crimen de Delgado y Mendoza, mientras iban en un automóvil rojo por la vía que une el sector Altagracia con el barrio Elegolé, en Manta. En la escena se encontraron al menos 12 indicios balísticos.
Freddy Sarzosa, Director Nacional de la Dinased, reveló que en el vehículo en el que viajaban las víctimas iba una tercera persona, que resultó con heridas leves.
Según Patricio Armendáriz, jefe de la policía del distrito Manta, los criminales se movilizaban en un vehículo blanco, que fue localizado gracias a los dispositivos de seguridad policiales.
El arma utilizada fue una nueve milímetros. Luego del crimen, los sicarios regresaron a La Pradera, se cambiaron de ropa y salieron en un taxi hacia otra vivienda, arrendada hace aproximadamente 30 días, en el sector de Las Acacias, de donde salieron sin dejar rastro.
El 27 de mayo, la Fiscalía informó que las tres mujeres de nacionalidad ecuatoriana habían sido capturadas y recibieron prisión preventiva por su presunta participación en el asesinato de la fiscal y de su asistente. Se trata de Génesis C., María C. y Ginger S., quienes fueron capturadas en el cantón Olmedo y en Manta.
El crimen “transnacional”
Las autoridades policiales manejan diversas hipótesis sobre la muerte Delgado, quien en 2018 participó como fiscal de turno en la captura de la esposa del narcotraficante Washington Prado, alias ‘Gerald’, conocido como ‘El Pablo Escobar ecuatoriano’. Otra de las investigaciones en la que Delgado participó ese mismo año fue en el allanamiento de la Base Aérea de Manta, donde incautaron más de una tonelada de cocaína y detuvieron a dos militares. Pero la Policía es cautelosa al momento de relacionar las actividades profesionales de la fiscal con los motivos de su asesinato, que pudo haber sido encargado por narcotraficantes a sicarios extranjeros para no dejar huellas en Ecuador.
El ministro del Interior, Patricio Carrillo, dice que el “crimen transnacional” debe ser enfrentado por todos los países de la región y recuerda el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en Cartagena, Colombia. “De la muerte de la fiscal se conocen los medios utilizados y los autores materiales, pero no la motivación, ni los autores intelectuales”, aseguró Carrillo, quien insiste que el caso se mantiene bajo reserva en la Fiscalía.
La Fiscalía y la Policía trabajan con asistencia penal para conocer quién contrató a los sicarios extranjeros y establecer nexos con los casos que Delgado investigó. (Primicias.ec)