Cáceres, quien también es oficial de Policía, le preguntó si sabía dónde está su hija. La madre entró en desesperación y le pidió explicaciones. Él le contó que Bernal fue, el 11 de septiembre, a visitarlo en la Escuela Superior de Policía de Quito. Además, le dijo que salieron juntos de ese centro y que, a las 22:00, la dejó en la avenida Simón Bolívar para que cogiera un taxi. Aseguró que desde entonces desconoce su paradero.
La madre llamó a los amigos de Bernal, nadie sabía dónde estaba. Entonces, Otavalo volvió a llamar a Cáceres y le exigió que fuera a poner la denuncia por desaparición. Él le dijo que no podría hacerlo porque estaba en servicio. La madre solicitó a un oficial superior que le dieran autorización para que fuera a poner la queja judicial.
Otavalo llegó primero a las instalaciones de la Policía Judicial de Quito. Tuvo que esperar 40 minutos a que arribara Cáceres. Finalmente, a las 17:00, del 12 de septiembre, puso la denuncia. Al día siguiente, la Fiscalía abrió la investigación y ordenó la realización de diligencias, allanamientos, búsquedas, recopilación de indicios y toma de versiones para esclarecer qué ocurrió con la abogada, de 34 años.
Los testigos
La entidad investigadora recopiló versiones de lo ocurrido. Una cadete de esa escuela de formación confirmó que la madrugada del domingo 11 de septiembre escuchó que Bernal y su esposo discutían. Oyó ruidos y golpes. Luego, ella gritó “auxilio, me matan”.
Otro cadete vio cuando el esposo de la abogada subía, a un carro, un bulto envuelto en una cobija. Eso fue confirmado por la defensa de la familia de la víctima
Los agentes recopilan evidencias para esclarecer el caso. Por ejemplo, el martes pasado, agentes allanaron la Escuela Superior de Policía. Allí encontraron pertenencias de Bernal, como su cartera y chancleta. Además, en las búsquedas habrían hallado botellas de alcohol en los basureros de ese centro de formación. Se presume que allí hubo una fiesta. Investigadores buscan evidencias para confirmar ese hecho.
Los agentes también revisaron el dormitorio de Cáceres. En su cama encontraron una mancha marrón. Tras ese hallazgo, se realizó una prueba de luminol; ese examen sirve para confirmar si hay o no rastros de sangre. Ayer, las autoridades confirmaron que la búsqueda de la mujer continúa.
Versión al sospechoso
A las 12:30 del 13 de septiembre, la Fiscalía receptó la versión del esposo de Bernal, quien es considerado el principal sospechoso. Desde las 14:40 se lo retuvo en la Fiscalía por ocho horas, pues es el plazo que establece la ley. Mientras tanto se realizaron allanamientos y pruebas forenses.
Según Diego Ordóñez, secretario de Seguridad, se solicitó a la Fiscalía que formule cargos contra el sospechoso. Sin embargo, el fiscal del caso dijo que aún no había evidencias suficientes para procesarlo penalmente.
Por lo tanto, a las 22:40, Cáceres fue liberado. La fiscal General, Diana Salazar, mencionó que tuvieron que dejarlo ir porque ya pasaron ocho horas y la Policía aún no enviaba los resultados de las investigaciones.
Salazar criticó que la Policía haya perdido el control de vigilancia y seguimiento del sospechoso. “Esa era una responsabilidad de la Policía Nacional, no de Fiscalía”, indicó.
En cambio, Ordóñez dijo que recién a las 04:00, del 14 de septiembre llegó la autorización legal para que la Policía pudiera realizar un seguimiento y vigilancia. Según esa autoridad, la fuga se habría producido antes de que llegara esa autorización.
Este 16 de septiembre se conoció que ya existe una orden de detención en contra del esposo de Bernal, pero él aún está prófugo. Se advirtió a los puestos de control fronterizo para evitar que salga del país.
Incluso, el presidente Guillermo Lasso dispuso que se establezca una recompensa a quien entregue información sobre Cáceres. Además, el Primer Mandatario pidió que se refuerce la búsqueda de la joven.
Más acciones
Fiscalía allanó el área del pelotón femenino de la Escuela Superior de la Policía para ejecutar la orden de detención con fines investigativos de una cadete.