Al menos seis menores de edad fueron alcanzados por las balas durante este feriado en distintos puntos de Guayaquil cuando gatilleros llegaron a matar a sus allegados y vecinos.
Dos niños de 3 y 15 años fallecieron tras ser acribillados en el distrito Nueva Prosperina. Otros cuatro menores resultaron heridos de bala y algunos siguen hospitalizados.
Entre las víctimas está una niña de 4 años se encuentra grave en el hospital Francisco de Ycaza Bustamante.
Ella fue herida en el abdomen cuando un sicario llegó a La Floresta, sur de Guayaquil, para matar a su padre, que resultó herido en la espalda, pero se encuentra estable.
El coronel Marcelo Castillo, jefe del distrito Sur, contó que el padre de la niña estaba amenazado, que ya había sido atacado meses atrás y que se había alejado del sector, pero llegó la noche del 31 de diciembre para pasar con su familia.
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Allí, el sicario aprovechó para tratar de matarlo y al disparar hirió a la menor. El hecho se dio mientras los moradores acomodaban los monigotes para quemarlos. Faltaban dos minutos para el 2023.
Durante esa madrugada se reportaron los otros dos casos en el noroeste de Guayaquil.
Un joven de 15 años falleció tras recibió un disparo en la cabeza cuando estaba con varios vecinos en el portal de su casa, en la cooperativa María Piedad.
Su padre vio al adolescente desmayarse cerca de las 05:00 y contó que nunca se percató de los sicarios que disparaban a un vecino. Él pensó que era el sonido de los fuegos pirotécnicos.
Aunque llevaron al adolescente al hospital Monte Sinaí, él falleció poco después por hemorragia cerebral.
Una historia similar vivió una familia de la cooperativa San Ignacio. Ellos celebraban el inicio del año en su casa cuando hombres armados llegaron en moto al inmueble para matar a uno de sus miembros.
Los gatilleros dispararon cerca de 40 tiros con un fusil en el portal de una vivienda donde habían decenas de personas. Los proyectiles no solo alcanzaron al blanco del ataque sino también a su sobrino de 3 años y a otras cinco personas.
El niño, identificado como Ian Jael, falleció poco después cuando era trasladado al hospital de Los Ceibos.
Otros adolescentes también fueron alcanzados por las balas de fusil. Los heridos son Matheo A., de 14 años, quien recibió un tiro en el brazo izquierdo; Ney M., de 16 años, a quien la bala le rozó el ojo derecho y Shirley A., de 16 años, quien tiene una herida en la cadera.
Además, dos adultos de 23 y 25 años, también fueron heridos en el ataque armado.
El mayor Óscar Orellana, subjefe de Nueva Prosperina, confirmó que el blanco del ataque también murió por los disparos. Detalló que era Édison Tomalá, de 43 años, quien registra antecedentes por microtráfico en 2014 y 2021.
En Nueva Prosperina cuatro agrupaciones disputan la venta de drogas. Se presume que estas bandas aprovecharon la celebración para ejecutar a sus enemigos mientras estaban reunidos con sus familias.
Durante el 2022, al menos, 264 menores fueron asesinados a nivel nacional; 80 eran bebés menores de 2 años, 33 eran niños de entre 2 y 12 años y 151 víctimas eran adolescentes.