Tras esa decisión del fiscal, un magistrado de la Unidad Judicial de la Aurora, en Daule, dictó el sobreseimiento y ordenó la libertad de esas 13 personas.
“Se dispone girar la boleta de excarcelación a fin de que se los ponga en inmediata libertad”, señala la notificación judicial.
¿Por qué la Fiscalía no acusó?
El sobreseimiento a un procesado se otorga cuando no existen evidencias que demuestren que esa persona cometió la infracción penal.
Según la explicación del fiscal, de esas 13 personas había quienes trabajaban como guardias de seguridad de una empresa privada y que las armas que tenían en su poder no fueron usadas y estaban separadas de su cargador. Además, esas armas eran legales y tenían los permisos del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
A otros de los procesados no se les comprobó que tenían armas en su poder ni que las estaban transportando. De hecho, esa fue la principal justificación para dictar sobreseimiento a favor de Junior Roldán.
“No se le encontró ninguna arma en su poder, ni ningún elemento incriminatorio, salvo el dispositivo electrónico que le habían colocado en el centro carcelario”, indicó el fiscal en relación con Junior Roldán.
Además, el funcionario añadió que acusarlo de ese delito sin pruebas de que él llevaba armas ilegales sería un acto “discriminatorio por sus acciones pasadas delictivas, de las que ha sido juzgado”.
El día de la detención de Junior Roldán.
El 15 de diciembre del 2022, Junior Roldán salió de la cárcel Regional de Guayaquil, pues obtuvo la prelibertad tras cumplir el 40% de su pena. Sin embargo, la libertad le duró poco tiempo.
Horas después de salir de la cárcel, La Policía detuvo a más de 30 personas, entre ellas ese cabecilla. Esas detenciones se dieron porque, según la Policía Nacional, ellos portaban armas de grueso calibre.
Los detenidos fueron trasladados a la Unidad de Flagrancia, donde les formularon cargos por el presunto delito de tráfico ilícito de armas y municiones. A Junior Roldán le dictaron prisión preventiva y volvió a la cárcel.