Diario Extra.- A Luis Cachimuel se le acabó la esperanza de ser padre por segunda vez junto a su esposa Johanna Gualsaquí, quien fue asesinada en Otavalo, Imbabura. La mujer tenía seis meses de embarazo cuando fue hallada muerta en la comunidad Pucará Alto, en la vía al parque Cóndor.
Fabián Burga, implicado en este hecho, hoy cumple su tercer día de prisión preventiva luego de la audiencia de formulación de cargos que se hizo durante el pasado fin de semana. Sería amigo de la víctima.
Según la Fiscalía General del Estado, Burga confesó haberla matado. Aunque el ente todavía indaga el motivo del suceso que se registró el 4 de febrero, luego de dos días de reportarse la desaparición de la chica, cuyo cuerpo tenía “signos de violencia”.
La noche del jueves pasado, según información preliminar, Johanna tomó un taxi en Otavalo para ir hasta su domicilio en el barrio Monserrate desde su trabajo, donde la esperaban su esposo y el pequeño hijo de ambos, de 7 años.
Sin embargo, ella nunca llegó, por lo que se emprendió su búsqueda. Al tiempo, Cachimuel se acercó a la Policía para denunciar.
Amigos y parientes de la chica comenzaron los trabajos de rastreo durante el viernes. La gente difundió su imagen a través de las redes sociales y también en comunidades cercanas, así como en los sitios rurales, pero no la hallaron.
El sábado se continuó con el trabajo de localización, lo que arrojó un resultado nada alentador. Un morador de Pucará Alto, quien se unió a la búsqueda, encontró el cuerpo en medio de matorrales.
La alerta se difundió hasta llegar a la Policía que envió un equipo de la Dinased para indagar. Una radio local informó que la víctima estaba atada con sogas, pero no se determinaba cómo fue asesinada.
El coronel Richard Dávila, de la Policía de la zona, detalló que la lividez cadavérica que presentaba Gualsaquí era la muestra de que ya estuvo abandonada en ese punto algunos días.
Aprehensión
Las investigaciones demostraron que el esposo de la víctima no tuvo que ver con el caso, sino Burga. Una vez localizado, el sujeto fue llevado a la Fiscalía, declaró y tras la diligencia se inició la instrucción fiscal por 90 días.
La familia de Johanna, luego de conocer la decisión, se autoconvocó afuera del Complejo Judicial de Otavalo para exigir justicia. Con carteles en mano pedía que se investigara la razón por la que el implicado habría matado a la mujer, de 29 años.
“Ella era una buena chica, humilde y trabajadora. Siempre nos daba ánimo en momentos difíciles”, comentó un pariente a los medios locales.