Criminales lo asesinaron a tiros y luego se burlaron del cadáver pintándole la cara

Cumpliendo su deseo, Édison Mojarrango Sevilla fue sepultado en el cementerio de Anconcito, provincia de Santa Elena, a donde llegó hace tres décadas desde su natal Esmeraldas.

El pescador, de 40 años, fue maniatado asesinado con ocho balazos el pasado martes 21 de marzo y su cadáver fue abandonado en un camino de tercer orden entre las poblaciones de Ancón Atahualpa.

Lo escalofriante es que sus verdugos le pintaron la cara como un payaso.

Entre quienes conocían a la víctima, cuyo alias era Cambímbora, su crimen sería una venganza por haberse burlado de una supuesta banda de piratas, que semanas atrás intentó robarle en alta mar.

Cambímbora, según dijeron, pudo evadir el ataque de los asaltantes y hasta les tomó fotos con su celular y las compartió con unos amigos. Él habría dicho que aquellos antisociales eran unos ‘payasos’. Unos creen que por eso lo ‘viraron’.

PRISIÓN GRINGA

Hace una década, Mojarrango estuvo encarcelado en Estados Unidos porque transportó droga en una lancha desde Anconcito a México. Al cumplir su condena, él habría jurado no meterse más en esos líos.

“Él siempre expresaba que lo vivido en la cárcel no se lo deseaba ni al peor de sus enemigos. Fue una pesadilla de casi cinco años y luego de que recuperó su libertad volvió a trabajar en la playa”, comentó uno de sus conocidos.

También creen que Édison conocía secretos y lo mandaron a callar para siempre.

Ante las muertes violentas perpetradas en la Península, el Comité Provincial de Seguridad se reunió para diseñar nuevas estrategias y enfrentar el crimen organizado. Autoridades anunciaron la construcción de un nuevo cuartel policial para albergar a 150 agentes.

LA BURLA LE SALIÓ CARA…

“Es un claro mensaje: la venganza como motivación para ejecutar de esta forma a este ciudadano”, señala Daniel Cabrera, psicólogo forense, quien menciona que un mexicano influencer, el Pirata de Culiacán, insultó al líder del cartel Jalisco Nueva Generación, conocido como el Mencho, y este fue asesinado, a pesar de que pidió disculpas públicas por haberse referido de esa forma al antisocial.

“Te metes con nosotros y esas son las consecuencias, si esta persona se burló, sería una retaliación y la pintada de la cara es un probable mensaje para las otras personas. Imagino que fue pre mortem, me imagino que lo maquillaron y después lo asesinaron”, precisa el experto.

Cabrera asevera que los victimarios no necesariamente tienen un trastorno antisocial de la personalidad o están locos, lo que quieren es despuntar dentro de las organizaciones criminales para darse a conocer por su efectividad.

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