El sábado 29 de abril, la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec EP) informó que debido al alto ingreso de caudales en el embalse, se procederá a aumentar la descarga del embalse.
La apertura de las compuertas se efectuará con el protocolo de seguridad de la presa y en coordinación con la Secretaría de Gestión de Riesgos y los GADs parroquiales.
La medida es para proteger a la central hidroeléctrica ‘Marcel Laniado de Wind’, explicó Celec.
Santa Lucía bajo el agua
Las compuertas se abrirán en 25 centímetros, con lo que la apertura quedará en 1,25 metros, dijo la eléctrica. Sus efectos se verán en las próximas 24 horas en la zona de Santa Lucía, Palestina, Balzar, Colimes y Daule.
Los cantones del norte del Guayas se encuentran inundados desde mediados de abril, cuando se abrió a metro y medio las compuertas de la presa, que alcanzó su cota máxima de 85 metros sobre el nivel del mar.
“Está inundado, sigue inundado”, dijo el alcalde saliente de Santa Lucía, Edson Alvarado, en diálogo con un canal local. “La canoa es el único medio de transporte”, especialmente en las partes bajas, añadió.
Clases se mantienen suspendidas
El Coe Cantonal de Santa Lucía extendió la medida de suspender las clases en todo el cantón. Los alumnos no volvieron a las aulas el lunes 24 de abril como estaba previsto.
Esta decisión busca precautelar las seguridad de los estudiantes. Además, algunos centros educativos se encuentran inundados y otros son utilizados como albergues a personas que tienen sus casas llenas de agua.
Piden comparecer a las autoridades
Alvarado señaló que solicitó a los asambleístas del Guayas que convoquen a las autoridades eléctricas del país para que expliquen cómo van a remediar los daños que se produjeron con la apertura de las compuertas de la represa.
Solamente en Santa Lucía se estima que hay 7 000 personas perjudicadas y unas 8 000 hectáreas de cultivo dañadas por las inundaciones.
“Acá hay pérdidas de agricultores”, señaló el alcalde.
El funcionario destacó que Celec ofreció ayudar con brigadas médicas para atender a los damnificados por las inundaciones en Santa Lucía.
“Eso se llama cargo de conciencia”, señaló Alvarado y dijo que la primera vez que abrieron las compuertas “nunca socializaron el tema”.