Diario Extra.- “Tuve un escalofrío y presentí que mi hija estuvo en peligro”. Fue el presagio de la muerte. Así relata a EXTRA su dolor el padre de la menor de 13 años que habría sido estrangulada por su primo, un joven de 19 años, en el sur de Ambato, cuando vio un hueco de dos metros en el jardín de su vivienda sin utilidad aparente.
En la tarde del lunes 8 de mayo, Víctor C., padre de la adolescente asesinada, salió más temprano de lo usual de sus labores y se dirigió a cuidar a su hija, que se encontraba en su hogar, en el barrio Cristal, al sur de la capital de la provincia de Tungurahua.
Al llegar a su residencia vio una fosa de aproximadamente dos metros en la entrada de su morada que le causó curiosidad. Cerca de esta se encontraba su sobrino político, Kevin Punina, a quien le cuestionó para qué había cavado el hueco. “Buscaba algo”, solo dijo el joven. Sin embargo, la respuesta que recibió no lo convenció y temió por su hija.
Enseguida, el padre ingresó a buscar a la menor. “La llamé varias veces a gritos, pero ella no me respondió. Fui a buscarla en la casa y acostada en una pared del baño la encontré, estaba sin vida. La abracé y lloré”, contó el adulto. Sus gritos fueron en vano, pues la adolescente ya no tenía signos vitales.
Con zapatos ajenos
Víctor C. mencionó que Kevin los visitaba cada dos meses y que ese día la menor llegó del colegio, fue almorzar en el comedor que trabaja la mamá y se fue a su vivienda. Sus familiares presumen que la chica le abrió la puerta sin cuestionar porque se trataba de su primo. Creen que una vez dentro el hombre intentó violarla y ella se defendió.
Luego Kevin se habría puesto los zapatos del tío, tomó una pala y cavó el hueco donde, según los allegados, pensaba arrojar el cadáver.
El papá de la menor llegó tiempo después y al preguntarle se sintió descubierto y huyó. No obstante, Punina fue capturado en la parroquia Juan Benigno Vela, a unos 40 minutos del centro de Ambato, tras una intensa persecución, aseguró el coronel Jorge Luis Garcés, jefe de la Zona 3 de la Policía.
- Un asesinato previo
La familia asegura que Kevin ya perdió la segunda oportunidad que le habían otorgado. El capitán Sebastián Valdivieso, jefe de la Dinased en Tungurahua, confirmó que en el 2019 fue sentenciado a cuatro años por el asesinato del abuelo en la comunidad de Río Blanco de Tungurahua.
En esa ocasión, estranguló al abuelo con una bufanda. Cumplió su condena y hace ocho meses regresar a la casa de la mamá, pero solo para volver a asesinar.