Primicias.- Esmeraldas vive una emergencia luego de severas inundaciones por el desbordamiento de los ríos. El 4 de junio, los aguaceros afectaron a la capital de la provincia y otras tres poblaciones: Atacames, Muisne y Quinindé.
La Secretaría de Gestión de Riesgos actualizó los datos sobre la emergencia, en un intento por cuantificar la tragedia que vive la provincia. Hasta el momento, según la entidad, hay un total de 11.750 personas damnificadas, pertenecientes a unas 2.800 familias. Y al menos 16 han sufrido daños severos, es decir, han perdido sus viviendas y enseres.
Por otra parte, las lluvias han ocasionado 16 eventos peligros, entre ellos, 14 inundaciones, un deslizamiento, un socavamiento y hasta un vendaval.
COE provincial
Tras una reunión del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) provincial, se resolvieron varias medidas de socorro para los damnificados en Esmeraldas. Una de ellas es pedir a BanEcuador una línea de crédito SOS, para refinanciar las actividades de los agricultores afectados por las inundaciones.
También se fijaron seis albergues para asistir a las familias impactadas y un centro de acopio, para recibir la ayuda de cantones cercanos. Mientras que la Prefectura coordinará con el Ministerio de Transporte la dotación de agua a través de tanqueros, en los lugares más afectados de la provincia.
Alcalde pide ayuda
El alcalde del cantón Esmeraldas, Vicko Villacís Tenorio, convocó en la tarde de este 4 de junio a las instituciones que integran el Comité de Operaciones Emergentes Cantonal. Villacís informó que entidades como el Cuerpo de Bomberos, Gestión de Riesgos, ESVIAL, EPMAPSE, Medio Ambiente, Obras Públicas y otras están afrontando la emergencia.
Según comunicó Riesgos, la fuerza pública coordina las evacuaciones de los habitantes de los sectores inundados. Las Fuerzas Armadas desplegaron 500 uniformados, mientras que Policía destinó 110 efectivos. Los estragos fueron tan grandes, que la Alcaldía de Esmeraldas, en su primer balance general luego de que bajó el nivel del agua, publicó esta frase lapidaria: Cientos lo perdieron todo.