Infosalus.- Los niños que son amamantados durante más tiempo parecen ser más propensos a obtener resultados ligeramente mejores en sus calificaciones escolares a la edad de 16 años en comparación con los niños no amamantados, sugiere un estudio publicado en línea en la revista ‘Archives of Disease in Childhood’.
Las pruebas de la mejora de los resultados escolares siguen siendo evidentes incluso cuando se tienen en cuenta diversos factores, como el nivel socioeconómico de las personas y la inteligencia de sus padres.
Estudios anteriores han sugerido que los niños amamantados durante más tiempo obtienen mejores resultados educativos en etapas posteriores de su vida.
Sin embargo, son relativamente escasos, y la mayoría no han tenido en cuenta factores potenciales que podrían influir en los resultados, como el hecho de que las madres de un estatus socioeconómico más alto o con mayores puntuaciones de inteligencia tienen más probabilidades de amamantar a sus hijos durante más tiempo y de tener hijos que obtengan mejores resultados en los exámenes.
Por ello, un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford se propuso analizar los datos de un amplio grupo de niños británicos incluidos en el Estudio de Cohortes del Milenio, en el que participaron 18.818 niños nacidos entre 2000 y 2002 que vivían en el Reino Unido y a los que se realizó un seguimiento a los 3, 5, 7, 11, 14, 17 y 22 años.
Estos datos se vincularon al National Pupil Dataset, que almacena datos académicos longitudinales de alumnos matriculados en colegios públicos ingleses.
Para el nuevo estudio, los investigadores analizaron un grupo representativo a nivel nacional de 4.940 participantes de Inglaterra hasta los 16 años y se fijaron en los resultados de sus exámenes estandarizados de educación secundaria (establecidos por el Departamento de Educación inglés), concretamente su Certificado General de Educación Secundaria (GCSE) en inglés y matemáticas. También se analizó la puntuación de Attainment 8, que es la suma de todos los GCSE cursados por los niños.
Alrededor de un tercio (32,8%) de los participantes nunca fueron amamantados, y el resto lo fueron durante distintos periodos. Sólo el 9,5% fueron amamantados durante al menos 12 meses. El análisis de los resultados mostró que una lactancia materna más prolongada se asociaba a mejores resultados educativos.
Sólo alrededor de una quinta parte (19,2%) de los niños amamantados durante al menos 12 meses suspendieron el GCSE de inglés, frente al 41,7% de los que nunca fueron amamantados, mientras que el 28,5% de los amamantados durante al menos 12 meses obtuvieron un aprobado alto, frente al 9,6% de los niños no amamantados.
Tras tener en cuenta los factores de confusión, la asociación global mostró que, en comparación con los niños que nunca fueron amamantados, los amamantados durante al menos 12 meses tenían un 39% más de probabilidades de obtener un aprobado alto en ambos exámenes y un 25% menos de probabilidades de suspender el examen de inglés.
Además, los que habían sido amamantados durante más tiempo obtuvieron mejores resultados globales en los GCSE (mayor puntuación en el nivel 8) que los que nunca habían sido amamantados.
El estudio tuvo algunas limitaciones, ya que no fue posible vincular el National Pupil Dataset de aproximadamente 4.000 niños porque se perdieron durante el seguimiento o no dieron su consentimiento, mientras que otros 1.292 niños no fueron seguidos hasta los 14 años, cuando se midió la capacidad cognitiva materna.
Además, no se tuvieron en cuenta otros factores que podrían influir en la asociación. No obstante, los autores afirman que sus resultados eran representativos a escala nacional de los niños matriculados en escuelas públicas de Inglaterra y que el gran tamaño de la muestra les permitió detectar diferencias de resultados entre varios grupos de duración de la lactancia materna.
También habían tenido en cuenta los efectos de confusión de varios marcadores del estatus socioeconómico a nivel familiar y de zona y de la inteligencia materna.
«La duración de la lactancia materna se asoció con mejores resultados educativos a los 16 años entre los niños que vivían en Inglaterra, tras controlar importantes factores de confusión –concluyen–. Sin embargo, los tamaños de los efectos fueron modestos y pueden ser susceptibles de confusión residual. La lactancia materna debe seguir fomentándose, siempre que sea posible, ya que las posibles mejoras en el rendimiento académico constituyen sólo uno de sus beneficios potenciales».
«Los estudios futuros deberían ajustar tanto las circunstancias socioeconómicas (de forma exhaustiva) como la inteligencia general materna», recomiendan.