El Comercio.- Las exportaciones del sector camaronero disminuyen en volumen y dólares en sus principales mercados: China, Estados Unidos y la Unión Europea.
Eso incide en un menor valor del precio de la libra del camarón en los mercados por la sobre oferta. La caída es grave: la libra del camarón de calidad se cotiza en 0,75 centavos.
José Antonio Camposano, presidente Ejecutivo de la Cámara Nacional de Acuacultura, calcula pérdidas por 1 000 millones de dólares, que amenazan la estabilidad financiera del 2023.
El sector no crece en su facturación desde el 2022, cuando empezó a caer continuamente el precio del producto.
El volumen de producción crece, sin embargo, los precios son muy bajos para el productor que no compensa los costos.
Según las cifras de mayo se exportaron más de 1 millón de libras, que significaron un incremento del 18%. Sin embargo, la facturación es similar a la de mayo del 2022, es decir, 710 millones de dólares (datos del Banco Central), pese al aumento en volumen, explica Camposano.
El precio del camarón en 12 meses
El precio internacional del camarón cayó 1,50 dólares el kilo. En una talla promedio el kilo estaba entre 4,20 y 4,30, pero ahora se comercializa en 2,70 dólares.
Esa caída de 0,70 centavos por libra afecta a toda la cadena de valor del sector camaronero.
En resumen, solo la caída en precios significa 700 millones de dólares entre el 2022 y junio del 2023.
Adicionalmente, se necesitan más de 0,30 centavos para producir una libra, porque el precio del diésel es caro, mano de obra, materia prima e insumos, e inseguridad. Estos costos representan 300 millones de dólares más, que en total suman los 1 000 millones de dólares.
Camposano comenta que las empresas dejan de tener liquidez y se afecta su capital de trabajo para ciclos de producción futuros. En algunos casos, el índice de endeudamiento se agrava por falta de dinero.
Esas circunstancias implican una posible desvinculación del personal, porque el valor de las ventas no es suficiente para mantener en total operación a las empresas.
Camposano considera que 29 000 personas están en riesgo, porque pueden quedar en el desempleo de forma directa e indirecta. Toda la cadena del camarón general 290 000 plazas de trabajo.
Los precios reducidos están por debajo de los niveles de la prepandemia. Esta crisis ni siquiera se tuvo con la pandemia del covid.
No hay demanda de mercados externos
Camposano identifica dos factores para la poca demanda. El primero es que los comerciantes o importadores tienen suficiente stock o inventario de camarón. Eso disminuyó la demanda.
El segundo es que el consumidor dejó de comer el producto, debido a la crisis económica mundial. Hay una contracción del consumo que se observa desde el 2022.
Las altas tasas de interés en Estados Unidos, la gran demanda no se ha despertado en China, porque hasta diciembre del año pasado hubo restricciones por el covid.
En China recién hubo consumo en la fiesta de fin de año y en el inicio de la primera cuando hubo festivales. La esperanza es que los festivales de otoño en China sean positivos para consumir camarón.
En Estados Unidos, las altas tasas de interés desincentivan el consumo y la gente ya no sale a comer en restaurantes. Eso ha hecho que haya inventarios del producto.
Con la Unión Europa, la tasa de crecimiento del 2% se mantiene desde hace 5 o 6 años. Por eso, las exportaciones no crecen.
Cree que al Gobierno le debe preocupar esta crisis, porque la economía depende de las exportaciones de camarón, como segundo producto del total de exportaciones. 1 de cada 4 dólares proviene de este alimento.
Por fuera del petróleo y minería, la economía ecuatoriana depende del 40% de las exportaciones de camarón.
Las posibles consecuencias de El Niño
De las 230 000 hectáreas de camarón, 120 000 están en zonas de inundación. Hasta ahora no tienen planes de contingencia para afrontar el fenómeno, que se prevé que llegue a fines de año. “Es una situación crítica”.
Él plantea como alternativa la implementación del sistema del draw back, establecido por la Organización Mundial del Comercio. El draw back prevé la devolución de los impuestos pagados.
“Lamentablemente en estos dos años de administración (Gobierno) existe una negativa total del drow back para todas las cadenas exportadoras”.
Además, no se pueden comprar materias primas con 0% de aranceles, como sí lo tiene el sector agrícola y pesquero.
El otro problema es la competencia desleal en la adquisición del diésel, porque hay contrabando. Unos camaroneros compran al precio real, mientras que otros lo hacen a precio de contrabando de los combustibles.
Se destinaron 4 000 millones de dólares en subsidios en combustibles, con problemas de contrabando. La Cámara propuso un proyecto de electrificación camaronera para desmontar ordenadamente.
El camarón y el petróleo
Juan Antonio Camposano explica que el camarón sigue siendo el segundo producto de exportación, pese a una menor exportación petrolera.
Explica que el sector no tuvo un buen comienzo de año, debido a la disminución del volumen de exportación de 1 000 millones de dólares y la caída del precio del barril.
El año pasado, la venta de petróleo crudo y sus derivados fueron de 3 300 millones de dólares, pero esta vez cayeron sus ventas por los problemas de la rotura del OCP, SOTE y poliducto.
Esas condiciones agravaron el desempeño del sector petrolero, dice Camposano.