Diario Extra.- Casi dos días después de su liberación, el empresario ítalo-canadiense Benny Colonico dio declaraciones a los medios de comunicación de cómo ocurrió su secuestro y que pasó durante los seis días en que estuvo en cautiverio.
El extranjero -dueño de un restaurante de ciudadela La Garzota, norte de Guayaquil- fue raptado la tarde del viernes 23 de junio por sujetos, dos vestidos de policías, que armados llegaron hasta su negocio y lo subieron a un vehículo.
El empresario comenzó su discurso agradeciendo a la comunidad ecuatoriana, al Gobierno ecuatoriano que en conjunto con el italiano y canadiense ayudaron a su liberación.
«Estaba en mi restaurante cuando cuatro sujetos, dos en moto y dos en carro, llegaron a mi restaurante y me secuestraron. Hay comentarios de que por no reaccionar yo era cómplice de los secuestradores y eso duele. Lo hice porque habían 25 empleados, que son como mi familia y podía pasarles algo», argumentó.
Relató que antes de ser encapuchado se percató que sus captores lo llevaron a una casa en el sector de la Florida, que el sábado lo trasladaron a otro lugar y que el lunes fue llevado a una vivienda de la playa.
«Fueron momentos difíciles. Me di cuenta que era la playa porque manejaron como una hora y media y olía a playa, a mar. Decían que iban a cortarme la oreja, los dedos, hablaban como si yo tuviera 100, 200 o un millón de dólares en mi casa. Yo miraba a la ventana pensando que si iba a salir. El miércoles tuve una esperanza de que me iban a liberar», contó.
Reveló que la Policía, camino a su liberación, abatió a uno de sus secuestradores y que se enteró de este hecho cuando aún estaba secuestrado, por lo que su miedo a que lo mataran se incrementó.
«Tuve más miedo a la venganza, pensé que se podían vengar con mi vida. Cuando me liberaron me decían que camine sin virar la cabeza. Me dejaron en la vía a la Costa, tomé un taxi y llegué a mi negocio. Me dijeron que alguien de mi seguridad me vendió, esa misma persona intentó robar mi negocio cuando yo estaba secuestrado» manifestó.
El empresario recordó que dos semanas antes del rapto sujetos se acercaron a su local con la intención de ‘vacunarlo’ y que el objetivo de los secuestrados era extorsionarlo y pedir plata por su vida.
Finalmente desvirtuó los comentarios de redes sociales acerca de que fingió su secuestro y sostuvo que por seguridad cambió al personal que le daba custodia. Afirmó que pagaron por su rescate, pero no quiso revelar la cantidad ni quien.
«No voy a irme de Ecuador, voy a seguir en Ecuador. Ojalá las autoridades cambien pronto», puntualizó.