Desde Babahoyo, Kathy viajó a Guayaquil para esperar en los exteriores de la morgue por información sobre su hermano. Él estaba recluido en el pabellón 9 de la Penitenciaría del Litoral, uno de los sitios en donde se desencadenaron los enfrentamientos en el centro carcelario desde el sábado 22.
El Gobierno indicó que los disturbios se originaron en los pabellones 8 y 9. La Fiscalía habló de 31 reos muertos, pero la Policía indicó este miércoles, 26 de julio, que en la intervención que realizaron los grupos especializados en la Penitenciaria se hallaron 11 cuerpos y 29 piezas anatómicas.
”Lo que queremos es que nos digan qué mismo, nos tienen desde ayer diciéndonos que hoy, que mañana, que más tarde. Necesitamos información, necesitamos saber si están muertos o no”, dijo la madre de uno de los reos que estaba recluido en el pabellón 8.
Por segundo día, algunos familiares de los privados de libertad llegaron a la morgue de Guayaquil a esperar información sobre sus parientes.
Algunos llegaron desde cantones cercanos como Daule, Milagro o de las provincias de El Oro, Manabí, Pichincha y Los Ríos.
Con sillas y parasoles se apostaron en las barandas de ingreso y en la garita de Criminalística. Allí hicieron fila como una forma de presionar al personal de la morgue para que les den información.
A algunos familiares se les indicó que la entrega de cuerpos se iniciaría desde el mediodía. A esa hora les comunicaron que se los llamará a que pasen a reconocer los cuerpos. Sin embargo, pasadas las 12:00 no hubo tal llamado.
Otros optaron por movilizarse hasta la cárcel por la falta de información en la morgue.
”Queremos que nos digan ya si está muerto o vivo, que nos den alguna lista. Hay una lista que está circulando, pero no sabemos si es la real”, dijo la esposa de otro reo.
Ella llegó a la morgue este miércoles con copias de cédula y fotografías impresas en hojas de papel.
Estaba acompañada de la esposa de otro recluso, pero a las 11:30 esta última recibió la noticia de que su pareja estaba dentro de los heridos.
Aproximadamente a las 12:40, miembros de Criminalística solicitaron que uno a uno los familiares ingresaran para realizar la identificación de los cuerpos.
Los ordenaron en filas y se pidió que ingresara un familiar por cada muerto.
Los parientes al confirmar los nombres desataron en llanto y gritos. Otros tomaron con tranquilidad la noticia y aprovecharon para contratar los servicios de las funerarias que llegaron hasta la morgue.
Miembros de la Cruz Roja atendieron a personas que se descompensaron luego de leer los nombres.
Una de ellas se enteró de que su pariente falleció por un paro cardiaco producto del estrés de los disturbios, otro confirmó que estaba dentro de los reos desmembrados.
”Lo único que pedimos es que la gente sea más humana y que no nos tengan así, esperando casi tres días por noticias”, dijo el hermano de un reo del pabellón 8.
El director del Comité Permanente de Derechos Humanos (CDH), Billy Navarrete, recalcó que tras el último motín, el Gobierno se había tardado en entregar un listado de los fallecidos en los tres días de disturbios. (I)