A sus 22 años, el estudiante de Enfermería está decidido a continuar sus estudios universitarios a toda costa. Cuando dificultades económicas se irguieron en su camino, tan pronto inició su sexto semestre, decidió despertarse más temprano y preparar estos postres con el objetivo de reunir dinero.
De lunes a jueves toma el bus desde la parroquia Crucita y, ya vistiendo su uniforme médico, camina entre los salones de la institución, en los que estudia durante la tarde y noche, ofertando helados de oreo, chocolate, mora y vainilla. Sus compañeros lo han apoyado bastante en su emprendimiento, contó a Diario El Mercurio.
«En sus escasos momentos de tiempo libre, Frank se dedica a vender deliciosos helados por tan solo 50 centavos para costear sus gastos de transporte y alimentación (…) (él) personifica a esa generación de jóvenes emprendedores que no se rinden en su búsqueda de la superación«, escribió la ULEAM sobre él en Facebook.
Marcos Zambrano, rector de dicha universidad, contó a El Mercurio que considera el esfuerzo de Frank como admirable, y aseguró que exhortará a profesores que apoyen en todo lo posible al joven para que continúe en el sendero de cumplir su sueño”.
«Qué Dios le bendiga, eso es tener dignidad y orgullo para salir adelante honradamente», escribió una internauta, en una publicación que Vistazo hizo sobre la historia en Instagram.