Miembros de la Policía Nacional y de la Agencia Metropolitana de Control (AMC) clausuraron una fiesta clandestina en un domicilio en el sector El Panecillo, en Quito, en donde participaban unas 80 personas.
Los agentes y funcionarios recibieron agresiones físicas con piedras y botellas, de parte de los ciudadanos, mientras realizaban el operativo.
Los controles surgen en cumplimiento a las medidas de bioseguridad en la ciudad, entre las cuales prohíbe reuniones sociales de más de 10 personas.
Producto del incidente, cinco de los agresores fueron detenidos. Ellos serán procesados por actos flagrantes de agresión a servidores policiales. Uno de los aprehendidos, ya contaba con boleta de captura por delitos anteriores.