Desde inicios de noviembre del 2022, Ecuador enfrentó un nuevo repunte de casos de covid-19. Antes de ese mes se registraba un promedio de 450 casos semanales.
La situación cambió en la semana epidemiológica 45 en donde hubo 661 infecciones, lo que significó el doble de contagios de la semana previa. A partir de allí, y durante cinco semanas la tendencia fue al alza.
En la última semana de la que hay registro (mediados de diciembre), los casos alcanzaron los 6 536, es decir una ligera disminución respecto al periodo previo cuando se ubicaron en 6 576.
En cuanto a las muertes confirmadas y probables por el virus, desde la semana 46, según datos del Ministerio de Salud Pública (MSP), se reportaron 21 decesos.
El ministro de Salud, José Ruales, en el último informe sobre la pandemia, señaló que a pesar del aumento de casos, las muertes no se han incrementado y la tendencia en la letalidad se mantiene ‘muy baja’.
«El Ecuador es el país con menor tasa de fallecimientos por covid y esto se debe a las características de la vacunación, la cobertura, los tiempos», dijo.
Una situación diferente se vivió en el rebrote de mediados de mayo. Allí no solo los casos subieron a causa de los sublinajes BA.4 y BA.5 de Ómicron, también las muertes.
En solo cuatro semanas (32 a la 35) la cifra de decesos por el virus se ubicó en 93, es decir 72 más que las registradas en el último brote.
«Las vacunas han cumplido y siguen cumpliendo su misión que es proteger de la muerte y la enfermedad grave», dice la salubrista Catalina Yépez.
Por ello, insiste en la necesidad de que la población complete el esquema de vacunación con los dos refuerzos, que todavía mantiene niveles bajos en el país.
Según datos del Vacunómetro, con corte al 26 de diciembre del 2022, un 55,58% (7 645 030) de personas cuentan con el primer refuerzo y tan solo 2 698 300 tiene el segundo.
En el mundo
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, informó el pasado 21 de diciembre de 2022 que el número de muertes semanales notificadas por covid-19 «ha caído casi un 90% durante 2022 desde el pico alcanzado en enero».
«Ciertamente, estamos en un lugar mucho mejor con la pandemia de covid-19 de lo que estábamos hace un año, cuando estábamos en las primeras etapas de la ola de Ómicron, con un rápido aumento de casos y muertes», recordó Tedros.
Sin embargo, señaló que «todavía hay demasiadas incertidumbres y lagunas para poder decir que la pandemia ha terminado». Por ejemplo, mencionó los ‘gaps’ en la vigilancia, las pruebas y la secuenciación, que llevan a «no entender suficientemente bien cómo está cambiando el virus».
También resaltó las brechas en la vacunación y en el tratamiento, así como en las deficiencias de los sistemas sanitarios, que impiden hacer frente al aumento de pacientes con covid-19, gripe y otras enfermedades.