La agencia estatal penitenciaria de Ecuador detalló que los dos privados de la libertad recibieron atención médica oportuna.
Previamente, el SNAI informó que se había producido un nuevo «enfrentamiento» entre integrantes de bandas delictivas, por lo que se activaron los «protocolos de seguridad establecidos, con el propósito de precautelar la seguridad de los funcionarios públicos y de todo el personal» del centro carcelario.
La entidad también solicitó «el apoyo de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas a fin de restablecer el orden» en esa prisión.
La Penitenciaría del Litoral es la cárcel más poblada del país, con unos 5.600 reclusos, y ha sido escenario de varias masacres entre reos, en el marco de una crisis carcelaria que desde 2020 ha dejado más de 400 reos asesinados por la disputa entre bandas que pelean por el control de las prisiones del país.
Recientemente, una serie de requisas realizadas por la Policía y por las Fuerzas Armadas hallaron un gran arsenal de armas en manos de los presos de la Penitenciaría del Litoral, que cuenta con una docena de pabellones bajo control de distintas bandas criminales.
Entre las armas incautadas había fusiles de asalto, granadas e incluso un lanzagranadas, además de una gran cantidad de balas, armas blancas, así como explosivos y droga.
La violencia en las cárceles también se ha expandido a las calles del país que, a diario, conoce noticias de numerosos asesinatos, asaltos, robos, extorsiones y otro tipo de delitos por parte de bandas de delincuentes que se disputan también el control de los territorios en diferentes ciudades del país.
Ecuador cerró el año 2022 con la mayor tasa de homicidios de su historia, al registrar 25,62 por cada 100.000 habitantes, pero varios expertos en seguridad no descartan que ese indicador pueda llegar a 40 por cada 100.000 habitantes al finalizar este año, lo que le situaría como uno de los países más violentos de Latinoamérica.
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