ALARMANTE | Asegurar carros en Ecuador cada vez se torma más complicado por el incremento de los robos

Diario Expreso.- Los robos de carros en Ecuador aumentaron en un 13 %, en el primer semestre de este año y esto pone en ‘jaque mate’ a las aseguradoras. Para algunas ya no es ventajoso ofrecer el servicio de seguro para los automóviles. Cubrir pólizas vendidas, en un contexto de alto índice delictivo, podría representar pérdidas que hasta el momento ya suman $ 10 millones en este sector.

Toda aseguradora busca tener ganancias mediante los seguros que ofrece, pero para ciertas empresas esto ya no es rentable por el aumento de robo de carros y de accesorios. “Hay ciertas empresas que cobraban poco por las primas, pero al subir la siniestralidad empezaron a tener pérdidas, entonces vemos que hay firmas que han restringido su oferta, ya no aseguran los carros para personas, lo hacen solo para empresas. Hay otras aseguradoras que, incluso, han dejado de dar el servicio para Los Ríos, Esmeraldas, El Oro y Santo Domingo”, indicó Fernando Lippke, experto en seguros, y quien prefiere omitir el nombre de estas compañías que, a su criterio, solo buscan salvar el giro de su negocio en un contexto complicado y que no pueden controlar.

Roberto Goldbaun, CEO de Seguros La Unión, dijo a Diario EXPRESO que en su caso no han necesitado aplicar ese tipo de restricciones. No obstante, dijo, que este sí ha sido un problema para aquellas empresas que ofrecían primas a bajo costo, “al subir la siniestralidad se registran las pérdidas, pero ese no es nuestro caso y por eso seguimos ofreciendo el servicio con normalidad”, dijo.

No obstante, la Federación Ecuatoriana de Empresas de Seguros (Fedeseg) reconoció este inconveniente y lo atribuyó al incremento de robos que también se refleja en las cifras de la Fiscalía. Según las denuncias, en el 2019 fueron 5.653 unidades; en el 2022, estas subieron a 11.372, lo que implica un aumento de 101 %.

“Históricamente, la siniestralidad de vehículos se ha ubicado en alrededor del 54 %, pero en 2022 subió al 68 % y hasta julio del presente año está en el 75 %, afectando seriamente los resultados de las empresas que ofrecen ese servicio”, señaló Patricio Salas, secretario ejecutivo de Fedeseg y gerente general de Asociación de Compañías de Seguros del Ecuador (Acose).

El incremento de la siniestralidad ha significado que el resultado del segmento caiga a terrenos negativos. “Hasta julio 2023, calculada en 10 millones de dólares, que en términos ya de resultados netos es un poco mayor”, dijo Salas.

El líder destacó la responsabilidad que tienen las empresas de mantener los estándares de solvencia que exige la normativa que rige al sector asegurador. Por ello, algunas firmas han debido realizar los estudios técnicos necesarios para buscar el equilibrio que debe tener el servicio, cuyas conclusiones se van plasmando en ciertas nuevas políticas, en virtud de la nueva magnitud del riesgo que se asume, cada una de manera independiente y en función a su propia experiencia y situación.

Salas también enfatizó que este comportamiento no se da en todas las aseguradoras. “Conocemos que en los contratos en marcha, como no podría ser de otra manera, se están respetando sus condiciones hasta el vencimiento. Las renovaciones o contratos nuevos estarán sujetos a las políticas técnicas de cada empresa, como siempre ha sido, y los clientes podrán analizar, en conjunto con su asesor de seguros, las opciones del mercado para tomar su mejor decisión. No es que el mercado en su totalidad ha dejado de suscribir el ramo de vehículos, pero algunas empresas han ajustado sus políticas de suscripción, las que se irán revisando en el tiempo”, indicó.

Lippke da más detalles sobre el problema. La restricción del servicio sobre todo se aplica para los carros de gama media baja. Así también lo describe un estudio que muestra Abraham Correa, general en servicio pasivo de la Policía Nacional, pues son esos vehículos los que normalmente buscan los antisociales para cometer sus delitos.

Por el alto riesgo de siniestralidad, los costos también se han encarecido. La prima de un carro de gama media baja cuesta más (1.800 dólares al año) que uno de gama alta (900 dólares al año). Esto es porque los primeros son más fáciles de robar y de desbaratar para venderlos por piezas. Los de gama alta son más difíciles de desguazar y venderlos, porque no hay mercado, los dueños de estos carros prefieren comprar las piezas originales en las casas de la marca del carro.

A ello se debe sumar otro problema, dice Lippke, y es el tema de la corrupción. “Las aseguradoras deben tener más cuidado para asegurar los carros con matrículas de Los Ríos, Esmeraldas, El Oro y Santo Domingo de los Tsáchilas, y es que las empresas temen que las placas sean falsas y que estén asegurando un carro robado con placas falsas”.

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