Con vestimenta ajustada y un tanto provocadora, buscan atraer a sus clientes mientras se exhiben en cortas caminatas, que hacen de un lado a otro, en diferentes esquinas del centro de Guayaquil.
Algunas sexoservidoras no le huyen al coronavirus y, por ende, no respetan el distanciamiento social.
Eso también porque en su profesión es prácticamente imposible acatarlo, pues su labor las pondrá cuerpo a cuerpo con desconocidos, de quienes no saben si están o no contagiados de la enfermedad.
Sin embargo, ellas han recibido consejos de no ver de frente a sus usuarios, no aglomerarse mientras esperan y usar siempre mascarillas y guantes de protección, pero no todas hacen caso a las recomendaciones que les ha dado la Red Nacional de Trabajadoras Sexuales.
“Lo primero que se les dice a las compañeras que laboran en las calles, es que no salgan, que se queden en sus casas. El problema es que unas no han tenido ahorros o ya se les terminaron y regresan a trabajar. En esos casos se les insiste que se cuiden”, sostiene la representante legal del gremio, Lourdes Toscano.
Un equipo periodístico de Diario EXTRA realizó un recorrido, la mañana del pasado miércoles, por las cercanías del parque Victoria y el Mercado Central. Constató la falta de cuidado de algunas sexoservidoras durante la emergencia.
En una esquina de las calles 6 de Marzo y 10 de Agosto, de un grupo de cuatro mujeres que ofrecían sus servicios. Ninguna usaba guantes y solo una tenía una mascarilla de tela.
En 6 de Marzo y Luque, una sexoservidora, como en pasarela, iba de un lado a otro mostrándose al mejor postor, pero tampoco había tomado medidas de seguridad ante la COVID-19.
En cambio, otra fémina en Pedro Moncayo y 10 de Agosto sí portaba un cubrebocas, pero mal colocado: lo llevaba puesto en su mentón. Ella, incluso, llegó a compartir alimentos de una tarrina, con la misma cuchara, con un sujeto que la supervisaba.
Las sexoservidoras que estaban a lo largo de la avenida Quito también usaban barbijos de tela, pero en todos los casos sin guantes.
Lourdes Toscano reitera que “lo mejor es no salir, porque siempre hay que mantener contacto y uno no sabe si esa persona llega infectada. Por WhatsApp hemos dado todas las recomendaciones, tenemos dos grupos para eso”.
A pesar de eso, Toscano menciona que buscará equipamiento de protección y saldrá a la calle para instar a sus compañeras a tomar medidas para salvaguardar su integridad. “En esta época no solo basta el cuidado sexual, porque estamos en medio de una pandemia”, argumenta.
En las calles, las trabajadoras sexuales evitaron hablar de su situación y de por qué no toman precauciones. Ellas siguen en las calles. El riesgo de un contagio, también.
Muertes
Lourdes Toscano detalla que, durante la emergencia sanitaria (declarada el 11 de marzo), seis compañeras de su gremio han fallecido, pero no puede precisar si perecieron de coronavirus, porque no se sometieron a una prueba, pero aclara que tenían enfermedades preexistentes, como hipertensión y diabetes. (Extra)