Autoridades del Ministerio del Ambiente y de la Unidad de Protección de Medio Ambiente (UPMA) de la Policía investigan si hubo una acción premeditada en la matanza de un tigrillo por parte de un agricultor del sitio Daca de la parroquia Boyacá, cantón Chone, en Manabí. El hecho se conoció el pasado fin de semana cuando en redes sociales circuló una fotografía del animal muerto, colgado en un tronco afuera de una casa campesina.
La muerte del felino, cuyo nombre científico es Leopardus Tigrinos (tigre chico), se habría registrado el miércoles 3 de julio, en horas de la noche. Según los funcionarios, Joffre Quirós, de 40 años, les aseguró que ese día el felino se había comido varias de sus gallinas y le preocupaba que en algún momento este fuera a atentar contra sus pequeñas hijas, por eso evitaban salir solos durante el día.
Según Quirós, el miércoles, mientras volvía de sus faenas agrícolas, pudo ver de cerca al animal, que se quedó a pocos metros mirándolo, gruñendo y mostrando sus dientes. Acto seguido, según él, se defendió con un machete y provocó la muerte al animal, que consta como una especie en peligro de extinción y que a la vez es protegido por los entes de control.
El agricultor indicó que el animal fue llevado hasta la propiedad que él cuida y al día siguiente lo enterró para evitar los malos olores, pues el felino comenzaba a descomponerse.
Según el sargento de la UPMA de Manabí, Alfredo Cervantes, todo ataque contra la flora y fauna silvestre está contemplado como delito en el artículo 247 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que indica que, en caso de extracción, caza, captura de animales de vida silvestre será sancionado con una pena de privación de libertad de uno a tres años.
Indicó que a través de las redes sociales se hizo viral la fotografía del felino, el cual fue capturado y asesinado, y junto al MAE se realizan las investigaciones para determinar si ha habido o no una acción premeditada contra el animal.
Aclaró que los campesinos deben conocer que está prohibida la cacería, captura, venta de su carne, de animales silvestres y que hay cárcel para esa clase de actos. Pidió que llamen al UPMA por si hay algún animal que los esté atemorizando para capacitarlos y así no cometan ese tipo de delitos, no obstante el desconocimiento de la ley no los exime de responsabilidad, precisó.
Aseguró que lo suscitado será puesto en conocimiento de la Fiscalía, para que se realicen las investigaciones y se pueda esclarecer el hecho.
Ramonita Vélez, teniente política de Boyacá, dijo que en la parroquia hay esta clase de animales y cuando escasea la comida estos llegan a las fincas y comienzan a comerse las gallinas, chanchos y hasta vacas y cuando no tienen alimento se portan agresivos.
Vecinos del sector de Daca señalaron que como campesinos no lo hacen por maldad, «sino porque es una amenaza para los animales domésticos y que tanto sacrificio nos cuestan criarlos para nuestro sustento». Actuaron de inmediato quitándole la vida para evitar ser devorados, comentaron y solicitaron capacitación. (I)
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