“Este fue un incidente horrible”, dijo la fiscal de distrito Melinda Katz, quien acusó a Alex Garcés de homicidio involuntario y agresión.
Edgar Moncayo y su esposa Sonia Maldonado planeaban la celebración de sus 50 años de matrimonio. El arrendador vivía en plenitud tras años de trabajo y estaba listo para disfrutar de la renta de su propiedad, pero un inquilino iracundo le arrebató la vida en solo segundos al hacerlo volar por las escaleras de un empujón.
Melinda Katz, fiscal de distrito de Queens, acusó el martes a Alex Garcés de homicidio involuntario y agresión. El joven de 22 años lanzó a su muerte a Moncayo cuando este trataba de ingresar a la vivienda para cobrar la renta atrasada. El incidente ocurrió el domingo a las 2:30 p.m. en la calle 102 en el sector de North Corona. La cabeza del casero de 71 años se estrelló contra la acera y murió poco después en un hospital cercano.
“Este fue un incidente horrible capturado en un video por la aplicación Ring Doorbell. La víctima recibió un empujón con tanta fuerza, lo hizo volar sobre las escaleras para caer en el pavimento, donde se golpeó la cabeza”, dijo Katz.
El acusado fue procesado el martes por la mañana ante la jueza del tribunal penal de Queens, Angela Iannacci. Garcés está acusado de homicidio involuntario en primer y segundo grado y agresión en segundo grado.
La juez Iannacci fijó una fianza de $ 50,000 en bonos y de $ 25,000 en efectivo. Garcés debe presentarse en la corte el 17 de enero de 2020. Enfrenta hasta 25 años de prisión si es hallado culpable.
Katz señaló que la cabeza de la víctima golpeó el pavimento con tanta fuerza que sufrió una lesión cerebral traumática.
“Trabajó 16 horas diarias desde que llegó para darme una mejor vida a mí y a las hijas (…) tanto trabajo y no pudo gozar mucho (…) decía ‘ya llegará la hora’, pero se equivocó, él pensó que iba a poder, pero murió”, expresó Sonia, esposa de la víctima.
“Era muy dulce, muy amable, un hombre que el poco tiempo que tenía se lo dedicaba a sus nietos. Ellos venían, yo les abría los brazos para recibir a mis nietos y en vez de correr a mis brazos ellos corrían a los brazos de él”, recordó Maldonado.
Juan Farfán, nieto del casero ecuatoriano, lo recordó como un hombre ejemplar que disfrutaba hacer reír a su familia.
“Buen papá, abuelo, tenía muchos amigos”, dijo Farfán. “Mi abuelo era un hombre saludable y pudimos donar su hígado”.
La familia dijo que Garcés le debía un mes de renta al propietario, quien le había reducido el alquiler de $400 a $200; sin embargo, el inquilino habría amenazado con abandonar el lugar sin pagar la deuda.
“La verdad por $200 dólares perder una vida no vale la pena”, dijo Gladys Ramírez, amiga de la familia.
En un video de vigilancia se observa a Moncayo frente a la puerta de la vivienda. El arrendador intenta ingresar a la casa, pero los inquilinos le niegan la entrada y cierran la puerta con fuerza.
En la grabación se aprecia con claridad que hay un forcejeo con la puerta entre Moncayo y sus arrendatarios. El casero sostiene el teléfono a la vez que intenta abrir. En un momento se le escucha decir “llama a la policía”, es entonces cuando uno de sus inquilinos abre de forma violenta y lo empuja con fuerza.
Moncayo cae por las escaleras de espalda y queda tendido en la acera, inmóvil. Es entonces cuando dos jóvenes salen de la casa. Uno de ellos se acerca y le toca el rostro, se ve agitado al notar que Moncayo está inconsciente y que sangra en abundancia. Las imágenes son perturbadoras.
“Lo único que sé es que mi papá llamó a mi mamá y le dijo ‘Sonia llama a la policía’ (…) ahí es cuando ellos empujan a mi papá al piso”, dijo Mariela Moncayo, hija de la víctima.
Sander Denis, abogado de Garcés, dijo que se trata de un incidente triste y desafortunado para ambas familias, cita Telemundo 47. (CCQ)