Andrés Arauz cuestionó la actuación del CNE tras rechazar candidatura de Rafael Correa

El candidato presidencial Andrés Arauz cuestionó este jueves la actuación del Consejo Nacional Electoral (CNE) a la hora de rechazar la candidatura de Rafael Correa a la Vicepresidencia de Ecuador en las elecciones de febrero de 2021.

En una rueda de prensa celebrada en Guayaquil y retransmitida virtualmente, el aspirante a la Presidencia, de 35 años, adujo que el ente electoral cuenta tanto con la firma electrónica de Correa para la inscripción como candidato, así como la aceptación de dicha candidatura, documentos que no han sido considerados.
Arauz precisó que en sus buzones electrónicos y archivos institucionales, la sede del CNE en Quito tiene en su poder un archivo electrónico con la firma de Rafael Correa.
DOCUMENTOS INVALIDADOS
«Y nos llama la atención que a pesar de contar con ese archivo», se haya negado que el exmandatario del país pudiera formalizar su precandidatura a vicepresidente, trámite que realizó de manera telemática y mediante un poder otorgado a su hermana Pierina Correa, para que se personara ante la sede electoral.
El aspirante a presidente del correísmo, que lo hace aupado por la plataforma Unión por la Esperanza (UNES), una alianza de grupos, movimientos y partidos de izquierdas, mencionó el Código de la Democracia y aclaró que la firma de aceptación se hizo de manera «presencial» en las instalaciones del CNE, como se requiere, y de manera «personalísima», en alusión a la apoderada.
Arauz indicó que desde su grupo, «supimos utilizar las tecnologías de la información y comunicación» y que el propio reglamento emitido por el ente electoral y una disposición general del mismo a raíz de la pandemia, indican que «los archivos pueden y deben ser suscritos electrónicamente».
Aclaró, sin embargo, que la concurrencia de Rafael Correa en el procedimiento fue «telemática», e interpretó que el reglamento electoral al indicar que deben registrarse las candidaturas de manera «personalísima» no necesariamente implica que deban hacerse «de cuerpo presente».
«Estamos fundamentando que Rafael Correa sí aceptó la candidatura, sí consta la firma de aceptación, que es el requisito establecido por el reglamento de inscripciones, y de esta manera continuar el proceso de inscripción de la candidatura», apostilló.
Al mismo tiempo, cuestionó que el órgano electoral ya haya dado por válidas a través de redes sociales algunas candidaturas y anunciado que otras fueron invalidadas, cuando el plazo previsto para que se pronuncie sobre esta cuestión tras un proceso de impugnación concluye el 18 de septiembre.
ESCENARIOS PARA LA INSCRIPCION DE LA CANDIDATURA
Sobre la inscripción de Correa como candidato a vicepresidente del binomio, reveló que su movimiento trabajaba con tres escenarios.
El primero, la emisión del poder a la hermana de Correa; el segundo, la aceptación mediante firma electrónica, y por último, recurrir a todas las instancias electorales y judiciales.
«Estamos listos para sustentar el caso ante el CNE, y si fuera necesario ante el Tribunal Contencioso Electoral», advirtió antes de remarcar que si fuera necesario recurrirían «a las cortes nacionales e internacionales para hacer valer ese derecho político».
El CNE rechazó el martes que Correa -que gobernó el país entre 2007 y 2017- formalizara su precandidatura a la Vicepresidencia, enviando a su hermana con un poder para realizar el trámite.
«No la dejaron porque no es el requisito que está establecido para el proceso», confirmaron a Efe fuentes del CNE.
Con más de una docena de investigaciones abiertas en su contra, Correa no puede llegar al país sin exponerse al arresto dado que tiene dos órdenes de prisión preventiva.
Además, ha sido condenado por cohecho en un caso de sobornos, expediente en el que tiene una condena en primera y segunda instancia y que este jueves es analizada por el Tribunal de Casación, por considerar que se han violado sus derechos.
El movimiento correísta ha denunciado en repetidas ocasiones que tanto las investigaciones como los juicios a un sinnúmero de sus dirigentes, estos tres últimos años, son parte de una persecución política con la que se intenta, además, impedir que sus acólitos o el propio Correa puedan concurrir a los comicios. EFE

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