La posición de la agremiación de árbitros de fútbol es firme. Si la FEF no les cancela sus haberes, no dirigirán el inicio del campeonato nacional, el próximo viernes. Así lo dijo su presidente, Luis Muentes.
El monto de la deuda ascendería a USD 300 000, producto de la facturación por su trabajo durante el año pasado. Según él, el organismo habría incumplido en los pagos prometidos para el inicio de enero.
“Los clubes y las asociaciones están al día en las cuotas, pero sin embargo, los árbitros estamos impagos. Prometieron pagar el 5 de enero, pero nada aún”, dijo Muentes, evidentemente molesto. En el 2017, los jueces anunciaron que no dirigirían las finales del torneo –entre Emelec y Delfín- por la misma razón.
Sin embargo, llegaron a un acuerdo con la Ecuafútbol y cumplieron con su trabajo en Guayaquil y Manta. “El Presidente (Carlos Villacís) nos dijo, la semana pasada, que ha descubierto que tenemos otros ingresos y que por eso no podían cumplirnos en los pagos. Es inaudito”, dijo. Él reconoce que los árbitros realizan otras actividades, para poder cumplir con sus gastos personales y familiares. (Tomado de El Comercio)