En el 2022 el 30 % de los productores arroceros del país dejarían de sembrar la gramínea por los bajos precios y la falta de acceso a créditos, lo que provocaría una escasez de este producto que actualmente representa el 33 % de la dieta de los ecuatorianos. Esto, si la situación actual del sector continúa.
Este es uno de los escenarios planteados por productores, gremios e industriales arroceros, que con el apoyo de la academia presentaron este miércoles una propuesta conjunta para rehabilitar el sector, que será entregada al Gobierno en los próximos días y que se denomina ‘Proyecto de Soluciones para el Sector Arrocero del Ecuador’.
La propuesta fue elaborada por el sector privado a través del Foro Agropecuario Ecuatoriano, la Corporación de Industriales Arroceros del Ecuador (Corpcom), la Asociación de Industriales Arroceros (Asoinarro) y organizaciones del sector arrocero del país.
Mauro Erazo, presidente del Foro Agropecuario, lamentó el abandono al que el sector está expuesto, según él, por la falta de políticas públicas; y a la vez aseguró que la falta de comercialización, de productividad y de tecnología son varias de las problemáticas que aquejan al sector, que en los últimos meses ha protagonizado paros, cierres de carreteras en reclamo por el precio del arroz fijado por el Gobierno, de entre $ 30 y $ 32; y la falta y elevado costo de los insumos agrícolas para la producción. Incluso, la última paralización, el 15 de septiembre pasado, significó la renuncia de la ministra de Agricultura y Ganadería, Tanlly Vera.
“Hoy lo presentamos ante ustedes (el proyecto), y mañana o pasado lo haremos con el presidente de la República”, sostuvo Erazo, mientras Guido Kuonquí, experto en fertirrigación, agricultura de precisión y nutrición vegetal, se encargó de exponer el documento que contiene propuestas políticas inmediatas, a mediano y a largo plazo.
Entre las sugerencias inmediatas destacó invitar a los principales importadores distribuidores, que se agrupan en alrededor de 20 empresas que venden el 89 % de lo que se importa de insumos para el agro, para que aporten con su capacidad de almacenamiento de aproximadamente 100.000 toneladas, que unidas a la capacidad de Corpcom de 274.000 toneladas y 45.000 toneladas de productores ayudarían a evacuar y estabilizar el precio.
El experto aseguró que según estudios realizados, por cada 45.000 toneladas de arroz que se saquen del mercado, el precio de la saca del arroz en cáscara aumentaría $ 5, lo que permitiría superar incluso los precios de sustentación.
Otra propuesta es la creación de una bolsa de productos que emita certificados de punto 1 que puedan ser negociados en el sistema financiero y aprovechar la logística de importadores y distribuidores de insumos para mover la cosecha.
Además, que la Policía, Fuerzas Armadas, hospitales, cárceles y beneficiarios del bono de desarrollo compren directamente a los centros de acopio a través de un mecanismo de tiques electrónicos en cadenas de supermercados y tiendas. Esta solución representaría unas 10.000 toneladas métricas por trimestre.
En tanto, entre las estrategias planteadas a mediano plazo está el incremento del presupuesto del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) al 4 % o al 5 % del producto interno bruto (PIB), estimular la exportación de arroz a través de la firma de nuevos tratados comerciales, reactivar la Unidad Nacional de Almacenamiento (UNA), controlar el contrabando y aplicar una zonificación de cultivos con base en tipo de calidad de suelos.
En cambio, entre las propuestas a largo plazo constan la asociatividad de los principales gremios arroceros y la gobernanza, pues se aseguró que el sector agropecuario tiene más de 30 leyes relacionadas.
Por su parte, Juan Pablo Zúñiga, presidente ejecutivo de Corpcom, hizo énfasis en la ayuda financiera que requiere el sector, que se coloquen recursos a través de la banca pública para poder captar las cosechas y evitar la caída de los precios. El directivo aseveró que en las circunstancias actuales a mediados del 2022 muchos productores van a dejar de sembrar y habrá baja producción. “Es importante que se coloquen recursos y almacenar el mayor producto posible”, recomendó. (El Universo)