Cada dos días un miembro del sector camaronero es afectado por la delincuencia, denunció ayer José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura, en una rueda de prensa en la que participaron los principales representantes del sector para informar que están en crisis por la inseguridad.
“Uno de cada tres robos son denunciados, por temor al represalias y extorsión, el año pasado se habrían dado unos 160 casos”, aseguró el representan del gremio camaronero, que en 2019 se reunió con el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, para tratar este tema.
Camposano sostuvo que desde el Ministerio de Defensa aún no hay respuesta sobre el presupuesto asignado en materia de seguridad marítima para proteger al gremio, que el año anterior dejó cifras positivas en lo relacionado a divisas.
Los camaroneros además indicaron que no existirían cifras oficiales porque los casos se ingresan en la estadística de robos a unidades económicas (negocios en general) que maneja la Policía.
Las zonas críticas donde se dan estos casos son el Golfo de Guayaquil y el archipíélago de Jambelí, aunque el gremio indicó que los robos también se están dando a los vehículos que transportan camarones por las vías del país.
Cámaras y gremios camaroneros solicitaron al primer mandatario de forma urgente que convoque a los ministros de Defensa, Oswaldo Jarrín, y de Gobierno, María Paula Romo, para que de forma conjunta se revise la política de seguridad para el sector.
Cada año el sector camaronero invierte 60 millones de dólares para resguardar sus negocios, según afirman.
Se han visto en la necesidad de instalar cámaras de videovigilancia con tecnología de punta, pero se sienten desprotegidos; contratan empresas de seguridad para seguirlos en lanchas y en camionetas cuando van por carreteras.
Telmo Romero, camaronero de la provincia de El Oro, denunció que tras los robos los productores son víctimas de la extorsión para recuperar su mercadería. También pidió más controles en el archipiélago de Jambelí.
Miguel Uscocovich, presidente de la Asociación de Camarones del cantón Sucre, en Manabí, agregó que los ladrones ingresan a sus predios fuertemente armados e incluso drogados y que los más afectados son los pequeños camaroneros que viven con sus familias en los predios y que muchas veces son amarrados y maltratados.
Entre el 2018 y 2919, unas 10 personas murieron en robos a camaroneras.
El gremio envió una queja al Consejo de la Judicatura por varios casos en los que consideran que pesar de las pruebas, no se ha sentenciado a los detenidos.
“La Judicatura dice que ellos no pueden interferir en fallos”, dijo el represente de CNA, quien explica que a pesar del plan Ruta Seguras, que implementó la Armada, los robos siguen.
El sector espera de que se asignen las seis embarcaciones prometidas y agrega que en 2019 el tránsito en el Golfo de Guayaquil aumentó en un 25 %. (El Universo)