La Asamblea Nacional de Ecuador analizará este lunes 4 de febrero el proceso de aplicación de la Ley Orgánica para la Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, en una mesa técnica en la que se repasarán los avances en esta materia.
La sesión de la llamada Mesa Técnica de Mujeres tendrá lugar a las 14:00 con la participación de representantes de varias instituciones que informarán acerca de la aplicación y avances de esa Ley.
«Con esta normativa se creó un Sistema Nacional Integral, conformado por 16 instituciones del Estado que, de manera coordinada y articulada, deberá trabajar en la prevención, protección, atención y reparación de los derechos de las víctimas», dice un comunicado de prensa de la Asamblea.
La violencia de género es uno de las principales lacras en la sociedad ecuatoriana, en la que cada 50 horas una persona es asesinada por su condición de mujer.
Además, seis de cada diez sufren algún tipo de violencia, una de cada cuatro es víctima de violencia sexual y cuatro de cada diez han sufrido maltratos físicos.
La Ley Orgánica trata de frenar este fenómeno mediante una acción integral en la que participan los ministerios y entes de Justicia, Educación, Educación Superior, Salud, Seguridad Ciudadana, Trabajo e Inclusión Económica.
También forman parte de la iniciativa los Consejos Nacionales para la Igualdad, el Consejo de Regulación de la Información, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Inec), el servicio de emergencias ECU911, el Consejo de la Judicatura, la Fiscalía y otros muchos organismos.
«Los últimos hechos de violencia ocurridos en el país, que han sido conocidos públicamente, así como el primer año de vigencia de la norma, que rige desde el febrero de 2018, impulsaron a la titular del Parlamento a convocar a esta Mesa Técnica», agrega la nota de prensa.
En el último mes se registraron en Ecuador dos casos que conmovieron a la sociedad.
El primero fue la violación en manada de una mujer en un bar de Quito, y el segundo el femicidio en la ciudad de Ibarra (norte) perpetrado por un emigrante venezolano, que además arrastró una ola de xenofobia contra este colectivo. (El Telégrafo)