Eliseo Azuero Rodas, renunció con el carácter irrevocable al cargo de asambleísta por la provincia de Sucumbíos, a los cuatro días de que la Comisión Multipartidista que lo investigó recomendó la censura pública y destitución por gestionar cargos públicos, tramitar y recibir recursos del presupuesto del Estado.
En una carta dirigida este 8 de septiembre al Presidente de la Asamblea Nacional, Azuero asegura que en ningún momento ha intervenido ni en el reparto de dineros públicos, ni en gestionar cargos públicos y mucho menos en ofrecer, tramitar, recibir y/o administrar recursos del Presupuesto General del Estado.
Insiste que en la investigación de la Comisión Multipartidista no se ha justificado de manera alguna, ni probado que su accionar como legislador este inmerso dentro de las conductas: ofrecer, tramitar, recibir y administrar recursos del Presupuesto General del Estado.
Además que el asambleísta, Franco Romero, debió excusarse por el simple hecho de constar su nombre en la ampliación de la versión del ex director de Secob, René Tamayo, al igual que la asambleísta Liliana Durán, al ser de la misma bancada de la denunciante, por lo que considera que en la investigación no existió un procedimiento independiente e imparcial, sino más bien un procedimiento plasmado de violaciones al debido proceso, como aquella de juzgarlo en rebeldía a pesar de haber comparecido con el patrocinio de un abogado.
Azuero hace notar que existe un proceso fiscal, el mismo que se encuentra decurriendo la primera etapa del proceso penal, conocida como instrucción fiscal, es decir, que se desconoce el resultado de dicho proceso toda vez que no existe dictada una resolución dentro de esa causa, induciendo al engaño para lograr una censura y destitución, basada en rumores y hechos constantes en reportes de prensa, que hasta la presente fecha no han sido judicializado ni probados por la Fiscalía y mucho menos por la asambleísta, Amapola Naranjo (RC), quien presentó la denuncia en su contra.
El ahora ex legislador señala que es perseguido por su actividad fiscalizadora realizada al proceso de designación de jueces de la Corte Nacional de Justicia designados en la época correísta, cuya designación irregular denunció ante el Consejo de la Judicatura el 13 de noviembre de 2018, y posteriormente el 25 de noviembre de 2019, razón por la cual la asambleísta Naranjo, añade, ejecutó su revancha presentando una mal intencionada denuncia.
Que la denuncia de la asambleísta correísta estuvo plagada de falsedades y basada única y exclusivamente en rumores y reportes de prensa.
Asambleístas nombrados por gestión de cargos
Eliseo Azuero Rodas, en su carta de renuncia insiste en que la Comisión Multipartidista basó sus recomendaciones en las copias certificadas de la ampliación de la versión de René Tamayo Silva, rendida sin juramento y que consta del expediente fiscal, en la cual no solo nombra al suscrito, sino también a los asambleístas Franco Romero, Washington Paredes, Raúl Tello y Freddy Alarcón, al decir del Tamayo gestionaron un cargo, a través de vía telefónica y visitas personales, solicitándole varios espacios de trabajo en el Secob. Todos los nombrados son de la bancada del BADI, a la que se pertenecía Azuero.
Si de acusar se trata deberían entonces, añade Azuero, presentar la correspondiente denuncia juramentada en contra de los asambleístas Franco Romero, Washington Paredes, Raúl Tello y Freddy Alarcón que al decir de René Tamayo, gestionaron un cargo.
Incluye que en el caso particular del comisionado Franco Romero, Tamayo dice: “…de igual manera el asambleísta de El Oro Franco Romero, vía telefónica recomendó a un ingeniero de apellido Peralta para la coordinación zonal que comprende la provincia de El Oro, estos puestos de trabajo fueron atendidos y estuvieron considerados hasta el final de mi gestión…”
Azuero Rodas afirma que no ha tenido participación alguna en los hechos que se le imputan, ningún asambleísta ha mencionado su nombre como tampoco lo han hecho quienes se han vinculado al proceso de una u otra forma; que lo único que existe es una grabación manipulada puesto que el diálogo que contiene es forjado e inclusive, en el supuesto caso no consentido de que sea verdadero, fue obtenido de manera ilegal y sin orden judicial.