Ni siquiera saben su nombre, peor van a saber dónde está. El capitán del yate Angy, que naufragó el domingo pasado en las islas Galápagos en una tragedia que dejó 4 víctimas mortales, no era quien está anotado en los registros como el ‘duro’ de la nave, sino otro.
Y ese ‘otro’ es un fantasma, un ‘cohete’ como se suele decir en términos populares. No saben quién es. Esta información, que aumenta la serie de errores y negligencias que en este caso han existido, y que se podría estar repitiendo en esta actividad de movilización de pasajeros, fue dada a conocer ayer por el alcalde de Santa Cruz, Ángel Yánez, durante una entrevista con la local Radio Encantada.
En diálogo con la periodista insular Gina Andrade, el alcalde reveló que la matrícula que se presentó del capitán del Angy “es la de un ciudadano que se encuentra en la parte continental”. Es decir, la de otra persona.
Mientras tanto, se conoció que los turistas que fueron rescatados en las islas viajaron ayer mismo al continente, de regreso a sus hogares. Los locales, hasta tanto, continúan en su drama. Una de ellas en Sheila Rosero, quien le contó a EXTRA que hay varios pasajeros con quemaduras de primer grado, “quizá por el combustible que se fue derramando”.
Otros pobladores como Luis A. (quiso proteger su apellido) formaron parte de un reclamo que se realizó la noche del lunes en Puerto Ayora y que incluso llegó a enfrentar a un grupo de habitantes con la representación naval asentada en el lugar, a quienes les exigían respuesta a esta tragedia y que sean más estrictos en los controles de las embarcaciones que sirven a la movilización local y al turismo.