ATENCIÓN | 19 coches bomba se han detectado en siete años en Ecuador

Ecuavisa.- Guayaquil se ha convertido en el epicentro de los atentados con coches bomba. Solo en las últimas tres semanas, se han reportado cuatro y desde enero de 2025, cinco.

La más reciente ocurrió la tarde del martes 14 de octubre de 2025. Una camioneta se incendió frente a un centro comercial y explotó. El estallido se escuchó a varios kilómetros a la redonda. Un taxista falleció y 26 personas resultaron heridas.

La onda expansiva causó daños en edificios cercanos, cuyos vidrios quedaron rotos. Tras el estallido, se detectó un segundo coche bomba que no detonó.

Las cuatro cargas explosivas fueron desactivadas y posteriormente hubo detonaciones controladas. El presidente Daniel Noboa y el ministro del Interior John Reimberg atribuyeron el hecho a una represalia por parte del grupo criminal Los Lobos, tras los operativos ejecutados contra la minería ilegal en Buenos Aires, Imbabura.

Un agente especializado en Post Blast (investigación de explosivos) indicó a Ecuavisa.com que los criminales usaron emulsiones adheridas a tanques para que tengan más potencia. El carro que estalló fue activado con una mecha lenta, por eso se lo incendió. Mientras que las otras cargas explosivas estaban adheridas a un celular. Al parecer, se intentó activarlas vía remota, pero falló.

Días antes, el 9 de octubre de 2025, Inteligencia de la Policía detectó un coche bomba frente a la Penitenciaría del Litoral. El artefacto fue neutralizado.

Sin embargo, el 26 de septiembre, sí explotó un coche bomba en las inmediaciones del centro penitenciario. Fue en la entrada a la cárcel Regional Guayas y solo se reportaron daños materiales.

El 17 de septiembre, también estalló un carro al pie de una discoteca en el centro de la ciudad. Un adolescente fue retenido para investigaciones, mientras el propietario del lugar aseguró no haber recibido amenazas.

En marzo, el estallido de dos coches bomba afectaron seis vehículos al pie de la Penitenciaría del Litoral. Dejó un guía carcelario fallecido y dos heridos.

El experto en seguridad Renato Rivera, de la Iniciativa Global Contra la Delincuencia Organizada Transnacional, no descartó que al menos los coches bomba en las inmediaciones de las cárceles de Guayaquil estén relacionados. Incluso, el mismo grupo delictivo podría estar detrás de todos los ataques. Por eso, dijo que sería importante seguir esa línea investigativa.

Rivera además comentó que el uso de explosivos con tanques de gas es una táctica aplicada por Los Lobos. Un grupo ligado a la minería ilegal, lo que refuerza la hipótesis de las autoridades.

Este tipo de atentados no han sido aislados. De hecho, han ido en aumento y no solo en Guayaquil. También en Esmeraldas, Riobamba, Santo Domingo y otras ciudades. Ataques que han coincidido con acciones gubernamentales como los estados de excepción, operaciones contra la minería ilegal, reorganización de reos en las cárceles, entre otras medidas.

El uso de coches bomba datan desde 2018 en Ecuador

El primer coche bomba reportado en Ecuador fue en enero de 2018. Ocurrió al pie del cuartel policial de San Lorenzo, un cantón fronterizo de Esmeraldas con Colombia. La detonación causó severos daños estructurales y dejó 28 heridos.

La onda expansiva afectó viviendas aleñadas al cuartel. El ataque fue atribuido al Frente Oliver Sinisterra, un grupo guerrillero disidente colombiano que además perpetró otros atentados con coches bomba en ese mismo año: un cuartel de la Armada en la parroquia de Borbón, en Alto Tambo donde se afectó un patrullero y dos carros con explosivos más en el cantón Colta, en Chimborazo.

El entonces presidente, Lenín Moreno, decretó estado de excepción y se atribuyó el ataque a las acciones contra el narcotráfico. En el marco de ese conflicto, tres periodistas fueron secuestrados y asesinados.

En 2019, según los registros, se reportó atentados con explosivos en la Universidad de Guayaquil. Fueron seis, uno causó daños considerables cerca del rectorado.

Para el año 2020, fue la pandemia del COVID-19 en Ecuador. En 2021, se registraron las masacres carcelarias, que motivó nuevamente estados de excepción decretados por el entonces presidente Guillermo Lasso, la militarización de las cárceles y el traslado de reos.

Un año después, en 2022, hubo más arremetidas de los grupos criminales con coches bomba. En ese periodo, hubo al menos seis.

La escalada de violencia comenzó en abril, con un auto que explotó afuera de la Penitenciaría. Las puertas del vehículo salieron volando y afectó negocios aledaños.

En mayo se reportó la explosión de un taxi afuera de la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC) de la Florida, en el norte de Guayaquil. Sucedió después de que la Policía borrara murales de Los Tiguerones. A la par, se reportaron dos coche bomba en Esmeraldas, que dejaron daños en inmuebles. En esa provincia, ese grupo criminal tiene su bastión.

Para agosto, ocurrió el atentado más mortífero. Un coche bomba explotó en el Cristo del Consuelo, destruyendo todo el barrio de la calle 8. Dejó cinco muertos, 17 heridos y 18 viviendas dañadas.

Casi tres meses después, hubo una ola de atentados terroristas en Guayaquil, Durán y Esmeraldas. Incluyó explosiones e incendios de carros en gasolineras y hasta el asesinato de cinco policías. Uno de ellos fue la explosión de un carro en los exteriores de la Terminal Terrestre de Pascuales en Guayaquil.

Sucedió tras la reorganización de reclusos en cárceles como la Penitenciaría. Por eso, Guillermo Lasso lo atribuyó a las intervenciones ejecutadas en el sistema carcelario.

Al año siguiente (2023) los ataques no cesaron. Se registraron al menos cuatro en Quito, Machala y Pasaje en apenas cinco horas. El primero fue en los exteriores del Servicio de Atención a Privados de Libertad (SNAI) y el segundo cerca al Ministerio de la Mujer.

Los vehículos tenían bombonas de gas con tacos de dinamita y mecha lenta. Mientras que en los dos cantones de El Oro, explotaron otros dos carros, también con tanques de gas y dinamita.

Para 2024, aunque los registros no dan cuenta de coches bomba, sí de un atentado con un dron y explosivo en el techo de la cárcel de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil. Además de vehículos incinerados en puntos estratégicos como gasolineras de Esmeraldas y Quito.

Las alertas surgieron horas después de que el actual presidente Daniel Noboa declarara el conflicto armado interno en Ecuador tras el asalto a TC Televisión y la fuga de alias Fito, cabecilla de Los Choneros.

Por eso, en la mayoría de los ataques bajo esta modalidad, las distintas autoridades han señalado que responderían a las represalias por las acciones ejecutadas contra el crimen organizado. En la última explosión de 2025, un agente reveló a Ecuavisa.com el explosivo tipo emulsión detectado fue fabricado en Ecuador y es de fácil acceso para las actividades mineras ilegales.

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