John Pérez, de 37 años, había ido a visitar a su madre y conversaba con su familia en la sala de su casa. Él estaba sentado en un sofá cuando sintió un fuerte golpe en la cabeza.
“Se quejó y el dolor lo hizo agacharse y tocarse la cabeza”, contó su madre, que inicialmente pensó que había recibido un piedrazo de la calle porque la puerta estaba abierta.
Poco después se asustaron al descubrir que era una bala que había atravesado el techo de la vivienda de una sola planta.
Ocurrió este fin de semana en las calles Geo Chambers Vivero y Abel Castillo, en el sur de Guayaquil.
Él fue llevado al hospital Guayaquil a bordo de un taxi. En el hospital le retiraron la bala que quedó bajo custodia de la Policía.
La familia Pérez considera un verdadero milagro que nadie haya salido gravemente herido por este hecho.
John Pérez, tras unas horas en el hospital, salió caminando. Mientras tanto, la Policía investiga quiénes habrían participado en la balacera.(El Universo)