A cinco votos se quedó la Asamblea Nacional de la censura a la excanciller María Fernanda Espinosa, que fue negada en una votación que se dio pasadas las 20:00 de este miércoles. Se necesitaban 92 votos a favor para censurar a la exfuncionaria pero solo hubo 87 legisladores que se inclinaron por esa opción.
Con 122 asambleístas presentes en la sala, la Asamblea inició el proceso contra la excanciller, acusada por el Partido Social Cristiano (PSC) y el movimiento CREO por supuesto incumplimiento de funciones en temas como la naturalización del hacker australiano Julian Assange y en la crisis de la frontera norte.
Espinosa intervino en la mañana desde Nueva York (Estados Unidos), mediante videoconferencia, para escuchar el informe presentado por la Comisión de Fiscalización que recomendó la interpelación.
A más de la naturalización de Assange y frontera norte donde fue secuestrado y asesinado el equipo periodístico de El Comercio, Espinosa también fue procesada políticamente por la situación de los ecuatorianos en Venezuela; el impasse diplomático con Honduras por su candidatura a presidenta de la Asamblea de las Naciones Unidas; y supuesta negligencia en el proceso de repatriación de la hija de María Mercedes Rea.
Los interpelantes en este juicio fueron: Cristina Reyes (PSC); Fernando Flores, Byron Suquilanda y Marcelo Simbaña (CREO).
En las respuestas emitidas por Espinosa, ante la Comisión de Fiscalización, señaló: «nunca he incumplido las funciones que como Ministra de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana me asignaban la Constitución, los instrumentos internacionales de derechos humanos, de las relaciones diplomáticas y las leyes de la República».
La exfuncionaria además solicitó el archivo de este proceso político, y consideró que el enjuiciamiento constituye el punto culminante de una campaña de ataque político, persecución ideológica y odio, que inició en enero del 2018, con el objetivo de conseguir su destitución como canciller, y menoscabar la gestión emprendida por llevar adelante una política exterior en estricto apego a la Constitución. (I)