Elementos del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil y de la Policía Nacional se desplazaron la noche de este jueves a la Universidad de Guayaquil, por una alerta de supuesto estallido que recibió el sistema ECU911.
En el punto, los uniformados corroboraron que, otra vez, en el parqueadero de la Facultad de Medicina se producía un hecho vandálico: una explosión con daños a la propiedad privada.
El estallido del pasado 29 de mayo motivó la declaratoria de emergencia en la Universidad de Guayaquil, la más grande del país con una media de 60 mil alumnos. Y otra explosión se produjo el 7 del mismo mes. En ambas hubo afectación a automotores de funcionarios.
Anoche, el área afectada quedó con vidrios en el piso. Las clases fueron suspendidas en la Facultad de Medicina.
En tanto, agentes de la Policía de Criminalística recogieron indicios. Un uniformado señaló que la onda expansiva alcanzó los 8 metros y que quedó un agujero de 60 centímetros de diámetro y de 14 cm de profundidad. (I)