La Secretaría de Ambiente del Municipio de Quito presentará un Proyecto de Ordenanza para reducir la huella de carbono que produce el transporte urbano en la ciudad.
Con esta propuesta se busca motivar al cambio de vehículos eléctricos, a través de la generación de incentivos para la ciudadanía, y reducir la huella de carbono que en la actualidad es del 52 %.
Según el cabildo, los buses eléctricos estarán exonerados del pico y placa. Además habrá espacios privilegiados para estas unidades, que podrán recargar en electrolineras ubicadas en diferentes puntos de la capital.
Con esta medida se acabaría el subsidio del combustible fósil que ha costado al Estado miles de millones de dólares.
Jorge Yunda, alcalde de Quito, recorrió los alrededores del parque La Carolina en un bus eléctrico BYD para constatar sus características y recordó que cerca de 2.600 buses contaminantes serían sustituidos, paulatinamente, por eléctricos.
Estas unidades con una carga de batería pueden tener una autonomía de operación de 260 kilómetros en Quito, con una velocidad que jamás excederá los 50 kilómetros por hora.
“Se espera iniciar esta migración con 50 buses y al final de mi administración municipal se espera contar con todo el parque automotor eléctrico, además todo el Sistema Metropolitano de Transporte será eléctrico”, dijo el alcalde. (Expreso)
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