El hijo de Joaquín «Chapo» Guzmán está libre. La detención de Ovidio Guzmán López, el Ratón, desató el terror durante horas en Culiacán, capital del estado mexicano de Sinaloa y bastión del cartel del mismo nombre.
El Ratón, de 29 años, es miembro activo del grupo criminal que fue liderado por su padre y está en la mira de la Justicia estadounidense desde mayo de 2012. Tras la sentencia a cadena perpetua del Chapo en julio, sus hijos mayores asumieron un papel protagónico en el cartel de Sinaloa, en una facción conocida como Los Chapitos. Con un perfil más bajo que sus hermanos, Ovidio Guzmán López es una pieza clave en el engranaje de la organización y enfrenta desde febrero cargos en Estados Unidos por narcotráfico.
Está acusado, junto con su hermano mayor, Joaquín Guzmán López, de 34 años, presuntamente de conspirar entre abril de 2008 y abril de 2018 para distribuir cocaína, metanfetamina y marihuana hacia Estados Unidos. El Ratón se encargaba del contrabando de cargamentos de cocaína. Antes, el Departamento del Tesoro norteamericano congeló sus activos financieros y lo señaló como miembro del crimen organizado en 2012.
Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán, sus hermanastros, fueron identificados como los líderes de la organización criminal tras la extradición del Chapo el 20 de enero de 2017, la víspera de que Donald Trump tomara posesión como presidente. Los Chapitos tienen el respaldo de Ismael «Mayo» Zambada, socio del Chapo y considerado durante décadas como el líder en las sombras del cartel, de acuerdo con la prensa mexicana y estadounidense. La prerrogativa del Chapo era que sus hijos se convirtieran en los herederos de su «imperio», aseguró la fiscalía durante el juicio en Nueva York, en febrero de este año.
Jesús Alfredo Guzmán y el Mayo están en la lista de los 10 más buscados por la Administración para el Control de Drogas (DEA), mientras que Ovidio Guzmán López fue señalado durante las audiencias contra su padre como un «lugarteniente clave».
El Chapo tuvo diez hijos con tres esposas, cuatro con la segunda y unas gemelas con la tercera, que fueron vistos durante su juicio en Estados Unidos. El Ratón es hijo de la segunda mujer, Griselda López, acusada de desempeñar un papel clave en las dos fugas del Chapo.
La tercera es Emma Coronel, una reina de belleza que no ocultó su estilo de vida ostentoso durante el juicio del capo y en redes sociales. El que fue considerado el mayor narcotraficante del mundo fue capturado por tercera vez a finales de 2016 y extraditado para evitar el bochorno de una nueva fuga para el gobierno de Enrique Peña Nieto. Las imágenes de las refriegas y los enfrentamientos que convirtieron Culiacán en una zona de guerra revivieron el fantasma del fracaso del Estado para contener la ola de violencia que azota al país desde hace más de 13 años, ante el poder de los grupos criminales. (El País)