Las fuertes lluvias caídas en la sierra central de Perú causaron un derrumbe en una mina de carbón, que atrapó a cuatro mineros a cientos de metros bajo tierra y se ignora si están vivos, informaron este viernes las autoridades.
Los esfuerzos de rescate comenzaron el viernes en la mañana luego de que los mineros quedaran atrapados el jueves tras un «derrumbe estructural en la mina de carbón Panpahuay», 200 km al noreste de Lima, indicó la Defensa Civil en un reporte.
Esta mina se encuentra en el municipio Oyón, situado en la sierra peruana a 3.400 metros de altitud, donde anteriormente hubo otros accidentes en minas de carbón que dejaron muertos.
El Ministerio de Energía y Minas dijo en Twitter que seguía de cerca la «situación de cuatro mineros atrapados en mina de carbón en Oyón y desplaza personal a la zona para colaborar con empresas privadas y autoridades del lugar en las labores de rescate».
La Defensa Civil expresó que el derrumbe ocurrió a «mil metros de profundidad», aunque medios locales habían dicho inicialmente que era a cien metros.
Los medios atribuyeron el derrumbe a las «fuertes y constantes lluvias» caídas en los Andes y destacaron que los socorristas ignoraban si los cuatro mineros estaban vivos.
Los meses del verano austral son la temporada de lluvias en los Andes de Perú, de Bolivia y del norte de Chile y suelen provocar inundaciones. Las fuertes precipitaciones motivaron alertas de la Defensa Civil esta semana en la mitad de las regiones peruanas.
La minería se explota en Perú desde siglos antes de la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI y todavía es uno de los sectores más dinámicos de la economía nacional. El país es de los mayores productores del mundo de oro, plata y cobre.
En febrero de 2010, ocho mineros murieron tras una explosión en una mina de carbón en Oyón, provincia que pertenece administrativamente a la región de Lima, aunque está en la sierra y no en la costa, como la capital.
En octubre de 2010 se desarrolló en el vecino Chile el famoso rescate de 33 mineros en una mina de cobre del desierto de Atacama, tras permanecer atrapados 69 días en una galería a 700 metros de profundidad. (El Universo)