Nueva York es la meta para muchos migrantes que viajan de forma irregular a Estados Unidos. Esta metrópoli, donde según la Cancillería ya reside medio millón ecuatorianos, es una de las ciudades denominadas santuario, donde se da protección a los indocumentados que solicitan refugio.
Ecuador es el segundo país en la lista de ciudadanos que más ocupan los albergues temporales instalados por la Alcaldía. Mientras esperan que su situación legal se resuelva, estas personas enfrentan el desempleo y recurren al comercio informal en las calles.
María no muestra su rostro, se avergüenza porque luego de dos años esperaba tener un trabajo estable, en vez de vender frutas en las calles. Ella es la madre de la pequeña, cuyo video se viralizó, cuando la policía la retuvo por no tener permiso para esta labor.
“Es duro, pero hay que salir adelante”, dice María, quien reconoce que los policías no los dejan vender y eso “es lo más es duro”.
Las mujeres indígenas se ven obligadas a la informalidad para costear un alquiler en Nueva York. Patricia, otra migrante ecuatoriana, vive en un departamento por el que paga USD 3 500 mensuales.
Manuel Castro, comisionado de Inmigración, dice que han notado que hay mucha información incorrecta en las redes sociales, “les indican a las persona que al llegar a Nueva York o al llegar a Estados Unidos su situación va a mejorar mucho más, lo que no es la realidad”.
El funcionario explica que es una ciudad muy costosa y la gente tiene que trabajar de manera informal para conseguir dinero, y añade que en los últimos dos años, esta ciudad ha recibido a 300 mil migrantes, 65 mil están en los albergues y el 19 % es de Ecuador. Los indocumentados se registran en el exhotel Roosevelt, en Manhattan.
Durante casi 100 años, ese edificio ha sido un lugar de hospedaje de lujo, hasta que quebró en medio de la pandemia del coronavirus. Hace un año, se convirtió en uno de los 216 centros para indocumentados en donde los solteros pueden quedarse 30 días y las familias con niños hasta 60 días.
Fanny Guadalupe, de la organización de Migrantes de Ecuador, menciona que “la realidad es que aquí no hay tal cosa como que el trabajo
Las deudas que en Ecuador asumieron con los coyoteros y el desempleo en Estados Unidos desesperan a los compatriotas. Algunos están arrepentidos por creer en el sueño americano, un sueño que para algunos terminó en pesadilla.