Diario Extra.- El colombiano Frederyk Alejandro Vásquez Vanegas llegó a Ecuador el pasado 9 de abril, procedente de Panamá. Lo hizo a través de un vuelo comercial. A su arribo manifestó que venía por turismo, que se dedica al comercio y que se dirigía a un lugar para realizar pesca deportiva.
Llegó con un portafolio. Indicó a personal de control del aeropuerto José Joaquín de Olmedo de Guayaquil que adentro había un radar de pesca y que permanecerá en el país por 13 días. También les dijo que viajaba frecuentemente a Ecuador por negocios. Al revisar su equipaje se observó ropa y útiles de aseo personal. Hasta allí todo normal.
Sin embargo, las investigaciones policiales determinaron que el extranjero, de 38 años, no era un simple turista, sino la persona que presuntamente operaba un vehículo aéreo no tripulado, el cual es controlado de manera remota y con el que, al parecer, se transportaba droga.
Dos pistolas, 175 municiones de fogueo, 49 de nueve milímetros, 4 alimentadoras, radios, un teléfono satelital, dos auriculares, 3 antenas satelitales, 2 drones, una computadora, un vehículo.
El comandante de la Policía Nacional, general Fausto Salinas, informó que el colombiano fue detenido, la noche del miércoles, en el sector de Bellavista, en el norte de Guayaquil, que tenía credenciales con diferentes nombres y que se hacía pasar como un funcionario del FBI (Oficina Federal de Investigaciones).
“La minuciosidad de la Policía Nacional nos llevó a interceptarlo. Este ciudadano trató de hacerse pasar como un agente del FBI. Nuestras coordinaciones internacionales determinaron que era una identificación falsa. También tenía una placa metálica muy bien elaborada”, explicó el comandante de la Policía.
En poder del extranjero, quien se movilizaba junto a una ecuatoriana, Claudia Mera Rivas, de 23 años, se encontró un arma de fuego, tipo pistola.
Una fuente policial reveló a EXTRA que este aparato, que tiene forma de avión, se conoce con el nombre de VANT (Vehículo Aéreo No tripulado) y que en el mercado nacional su valor podría ser de hasta 600 mil dólares, mientras en Estados Unidos 430 mil (ver infografia).
“Este aparato lo utilizan en otros países y presumimos que aquí también para el control de la ruta de transporte de droga. También encontramos GPS satelitales marítimos, los cuales se amarran a los sacos con la droga. El detenido es el operador. La casa donde se halló el aparato es de la persona que lo acompañaba”, dijo el investigador.
Al extranjero y a su acompañante se les dictó prisión preventiva por porte de armas de fuego, municiones y explosivos no autorizados. (AEB)