Fuente: Ecuavisa.-
El narcotraficante Wilmer Chavarría, alias Pipo, considerado el último gran líder criminal que seguía libre en el organigrama delictivo de Ecuador, fue detenido el domingo en Málaga (España). Con su captura, las autoridades ecuatorianas y europeas completan el cerco contra los cabecillas de las principales bandas del país, tras la caída de cabecillas de Los Choneros, Tiguerones y Chone Killers.
Pipo fingió su muerte en 2021 durante la pandemia. Sin embargo, desde hace años existían reportes en Ecuador que aseguraban que continuaba manejando a Los Lobos desde Marbella, ciudad española convertida en refugio habitual para estructuras criminales latinoamericanas.
Bajo su mando, Los Lobos desplazaron a Los Choneros y se convirtieron en la red criminal más poderosa de Ecuador, en plena escalada de violencia que llevó al país a encabezar los índices de homicidios en Latinoamérica.
Identidades falsas y viaje a España en medio de la guerra de bandas
De acuerdo con el ministro del Interior, John Reimberg, Chavarría utilizó identidades falsas de Venezuela y Colombia, ingresando a España en 2022 con documentos colombianos, justo cuando la guerra entre bandas dominaba las cárceles y calles en Ecuador.
Pipo también contaba con el apoyo de Leandro “El Patrón” Norero, narcotraficante asesinado en la cárcel de Latacunga en 2022 y uno de los financiadores de la expansión de Los Lobos.
Los seguimientos a Pipo permitieron descubrir su metamorfósis, pues ahora se sabe que se sometió a varias cirugías para cambiar la apariencia de su rostro.

La caída de Fito abrió la ofensiva contra los capos fugitivos
Chavarría se convirtió en el criminal más buscado de Ecuador tras la recaptura, a finales de mayo, de José Adolfo Macías (Fito), líder de Los Choneros. El capo fue hallado en un búnker subterráneo en Manta y luego extraditado a Estados Unidos, donde enfrenta cargos por enviar cocaína en alianza con el cartel de Sinaloa.
La detención de Fito desencadenó una ofensiva regional que cerró el cerco contra otros líderes prófugos.
Un año de capturas internacionales: Colombia, Panamá y España
Tras el golpe a Los Choneros, las autoridades capturaron a varios líderes de otras estructuras criminales:
Federico Gómez (Fede) – Las Águilas (Colombia)
Escapó vestido de militar de la Penitenciaría del Litoral, pero fue detenido semanas después en Medellín y entregado a Ecuador.
Fabricio Colón Pico – Estructura de sicariato (Ecuador)
Recapturado en abril de 2024 tras fugarse en los motines de enero. Condenado por secuestro y por intimidar a la exfiscal Diana Salazar.
Julio Alberto Martínez (Negro Tulio) – Chone Killers (Panamá)
Arrestado en mayo de 2024. Fue extraditado y condenado por terrorismo y delincuencia organizada. Su organización operaba sobre todo en Durán, una zona clave para almacenar cocaína.
William Alcívar (Willy) – Los Tiguerones (España)
Exguardia penitenciario convertido en líder criminal. Detenido en octubre de 2024 en Tarragona. España evalúa su extradición con garantías de seguridad.
La captura de Pipo marca un punto de inflexión, pero no el final
La detención de Chavarría representa un golpe simbólico y estratégico: era el último gran capo que seguía operando desde el exterior, coordinando envíos de droga, extorsiones y la guerra territorial en Ecuador.
Sin embargo, analistas advierten que la caída de líderes no necesariamente desarticula a las estructuras, que suelen fragmentarse en grupos más pequeños y violentos.
Por ahora, el caso de Pipo cierra un capítulo en la lucha contra el crimen organizado transnacional y abre otro: su posible extradición y el reacomodo interno de Los Lobos, una organización que creció precisamente bajo su mando.











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