La veda del atún mueve al menos 2.000 plazas de empleos temporales en Manabí. Durante este periodo, en que los barcos no pueden salir a capturar a la especie, sus propietarios aprovechan para realizar mantenimiento y reparaciones.
Actualmente, Ecuador está en su primer periodo de veda, el cual se inició el pasado 21 de julio y terminará el 8 de octubre. Mientras que el segundo periodo de veda empezará el 9 de noviembre y finalizará el 19 de enero de 2025.
Los armadores atuneros pueden elegir cualquiera de los dos periodos para acogerse a la veda.
La flota atunera de Ecuador es de 116 embarcaciones. El 90 % está acoderada en Manta. Al menos 50 de esas naves se acogieron al primer periodo de la veda.
Roberto Salazar, presidente de Terminal Portuario de Manta (TPM), manifestó que, con el arribo de los barcos atuneros para su mantenimiento, al menos 2.000 personas, entre gasfiteros, pintores, soldadores, carpinteros y muchos oficios más, tienen trabajo.
La mayoría son habitantes de Manta, pero también hay personas de Montecristi, Jaramijó y otros cantones, y para ejecutar estas labores deben ingresar al puerto a través de operadoras que ya están debidamente verificadas y autorizadas por la Subsecretaría de Puertos.
“Es importante la actividad económica que se genera en el puerto durante la veda. Esto influye y ayuda a todas estas personas a tener ingresos económicos durante este tiempo”, expresó.
Salazar comentó que los barcos pueden acceder en el puerto a servicios de muelle, grúa y montacargas o plataformas. Además cuentan con un muelle de 1.120 metros de atraque, servicios contra incendios y seguridad permanente.
Al muelle internacional, administrado por TPM, llegan los barcos industriales, mientras que al nacional arriban los barcos artesanales.
Luego de que reciben el mantenimiento, los barcos son fondeados en altamar, cerca de las costas de la ciudad, hasta que termina la veda.
“Recordemos que hay muchos barcos esperando por ingresar al muelle, por eso se coordinan los tiempos. Esto también depende de la capacidad del barco y de sus dimensiones. Nosotros también recibimos buques graneleros, turísticos y carreros”, agregó.
Justino García, armador pesquero de un barco artesanal, comentó que durante este periodo aprovechan para darle mantenimiento a los barcos y para pasar tiempo con la familia.
En su caso, el casco del barco fue revisado y le repararon algunas fallas que con el tiempo podrían haberse agravado. “Lo ideal siempre es hacer prevención. Ya ahora salimos papelito a trabajar de nuevo, porque estos barcos no paran durante todo el año; aquí el trabajo es frecuente”, añadió.
Según García, los costos de los mantenimientos de las naves varían mucho. Hay que tomar en cuenta el tamaño del barco y las reparaciones que necesita. En su caso, él gastó $ 5.000, aproximadamente.
Ecuador exporta un promedio de 250.000 toneladas de atún cada año. El 70 % de las industrias atuneras se encuentra en Manta; hay otra parte en Guayaquil y Posorja.